BEIRUT, lunes, 23 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- La confusión sobre el Islam – entre cristianos y musulmanes – puede haber aumentado tras el 11 de septiembre de 2001, pero todavía sigue habiendo muchas preguntas
Es por ello que el padre jesuita Samir Khalil sintió que debía ofrecer algunas respuestas, como experto en el Islam, semiólogo, orientalista y teólogo nacido en Egipto y que ha vivido en Oriente Medio durante más de 20 años.
Este sacerdote jesuita enseña teología católica y estudios islámicos en la Universidad de San José en Beirut, es fundador del instituto de investigación CEDRAC y autor del reciente libro «111 Questions on Islam» (Ignatius).
En esta entrevista con ZENIT, el padre Samir hablar sobre su experiencia y sus esfuerzos para construir un mutuo entendimiento entre los seguidos de las dos religiones de Abraham.
La segunda parte de esta entrevista se publicará este martes.
–¿Por qué se decidió a escribir este libro?
–Padre Samir: Dos razones. Fue un año antes del 2001 cuando comencé a discutir este tema con periodistas, manteniendo con ellos entrevistas. Noté una gran ignorancia sobre el Islam en Occidente – cristianos, no cristianos y no creyentes.
Por lo general tenían un conocimiento muy pobre del Islam. Creí que tenía que aclararlo. Su ignorancia ha empujado a algunos de ellos a ser agresivos y negativos hacia los musulmanes. Algunos de ellos han sido muy ingenuos, creyéndose todo lo que oían. Algunos incluso utilizan el Islam para mostrarse agresivos contra el cristianismo. Todo de ello es consecuencia de la ignorancia.
La segunda razón fue ayudar a los musulmanes a reflexionar sobre su propia religión y fe. En una experiencia anterior con jóvenes musulmanes en un suburbio de París, noté que no sabían casi nada sobre su propia religión.
Hablé con diversos musulmanes que encontré en Europa – en Alemania durante el verano, o en Francia donde yo enseñaba, o en Italia donde viví – siempre era lo mismo. La mayoría de los cristianos tampoco conocen su religión.
He querido dar una buena información sobre el Islam para ayudar a la gente a no tener falsa información y prejuicios contra él.
–¿Por qué los entrevistadores escogieron 111 preguntas de las miles que le podían haber preguntado?
–Padre Samir: Los periodistas con los que trabajé tenían muchas preguntas ellos mismos, y preguntas sobre lo que la gente les preguntaría a ellos: sobre la violencia, si los musulmanes aceptarían la civilización occidental, y sobre los problemas de los musulmanes con la igualdad entre hombres y mujeres.
Por eso, las preguntas están más dirigidas a la sociedad occidental para que pueda comprender mejor al Islam.
–¿Cree usted que la mayoría de los musulmanes estarían satisfechos por la objetividad de sus respuestas a las 111 preguntas? ¿Por qué sí o por qué no?
—Padre Samir: Me he esforzado en ser objetivo, lo he intentado, pero nunca puedes lograr una objetividad perfecta.
Es cierto, no todo el mundo se alegrará. Algunos piensan que el Islam es una religión violenta, o una religión en contra de las mujeres; no se alegrarán porque les diré que no tengo tan claro lo de la violencia y la desigualdad de hombres y mujeres.
La gente que cree que el Islam es una religión de paz e igualdad entre hombres y mujeres, y que Mahoma elevó el estatus de las mujeres, tampoco se alegrarán.
Cada uno tiene su postura. Unos pocos estarán satisfechos, estando en contra o a favor del Islam.
Pero quienes quieran conocer algo serio sobre el Islam serán capaces de hacerse su propia opinión, porque en mi libro se les presentarán los hechos.
–La introducción al libro muestra que es un intento de fomentar el mutuo entendimiento entre cristianos y musulmanes. Pero muchas de sus respuestas pintan al Islam y sus orígenes bajo una luz muy negativa. ¿Cómo cree usted que cambiará la opinión del cristiano medio tras leer su libro?
—Padre Samir: No creo que sea muy negativa, o negativa del todo, mi intención es una mejor comprensión. No sensación, sino comprensión – algo para lo que primero se usa la cabeza, y después el corazón.
Primero hay que dar información seria para promover el diálogo y la comprensión mutual. Si no dices toda la verdad, la verdad aparecerá de todas formas, y la situación empeorará.
He intentado construir una comprensión mutua, no basada en compromisos e información falsa. El diálogo comienza con información seria, académica y honesta sobre el cristianismo y el Islam.
Las respuestas intentan dar información útil; algunas respuestas son negativas porque ese punto es negativo.
No sé qué piensa el cristiano medio. Hoy en día, antes de leer cualquier libro, supongo que la mayoría tendrá una opinión negativa del Islam.
Nosotros, los árabes y los musulmanes, estamos en una crisis. Cuando nosotros los árabes – musulmanes y cristianos – hablamos los unos con los otros, reconocemos que estamos en mala situación. Tuvimos una época gloriosa en otros siglos, pero ahora estamos entre los últimos.
Espero que el libro ayude a la gente a comprender cosas que les conciernen, como el terrorismo; hay algunas explicaciones, pero no hay justificaciones. No puedo justificar el terrorismo, pero puedo explicar porqué otros ha llegado a ataques terroristas, también puedo mostrar que hay algún apoyo en el Corán y en la tradición – sunnah.
La mayoría de los musulmanes eligen la paz y la no violencia. El 10% que escoge la violencia es más fuerte que el 90% que no lo hace. Algunas veces, la parte mala de la humanidad, aunque menor, es más fuerte.
–¿Es posible en el mundo musulmán un examen crítico de la historia del Islam y de sus textos sagrados – es decir, someter la fe a la razón?
–Padre Samir: Generalmente, en la tradición musulmana, la fe está sobre todo; está sobre la razón.
Si usted le dice a un musulmán que el Corán dice algo, pero que la Declaración Universal de Derechos Humanos dice lo contrario, el musulmán le dirá: «Debemos seguir las palabras y la ley de Dios, y no las leyes de derechos humanos».
En la tradición cristiana, encontramos a más personas interpretando la Biblia que musulmanes interpretando el Corán. Tuvieron un movimiento interpretativo en el mundo islámico en los siglos IX, X, y XI, pero luego dieron marcha atrás.
En cuanto a la relación entre razón y fe, los musulmanes están hoy en un momento negativo de su historia. Es cierto que es posible unir las dos, pero tendrán que trabajar muy duro. Hay muchas razones para esta regresión, pero, fundamentalmente, hay ignorancia por parte del clero musulmán.
Por Annamarie Adkins, traducción de Justo Amado