Colombia: La Iglesia dispuesta a participar en la liberación de secuestrados

Desea dialogar “cara a cara” con las FARC

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BOGOTÁ, miércoles, 8 julio 2009 (ZENIT.org).- Varios de los integrantes de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), coincidieron este 6 de julio en que se mantiene la disposición de la Iglesia Católica a participar en la eventual liberación de personas secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El Presidente de la CEC, monseñor Rubén Salazar Gómez, aseguró que «nosotros estamos siempre dispuestos a participar en lo que sea posible, en lo que sea conducente. Por lo tanto nuestra disponibilidad es total», informa el Departamento de Comunicación de la CEC.

«Siempre le hemos pedido a las FARC y a los otros grupos que tienen secuestrados que los liberen lo más pronto posible. Es una petición que les hacemos de corazón: liberarlos cuanto antes a todos y entrar en un verdadero proceso de diálogo para alcanzar la paz», precisó monseñor Salazar Gómez en diálogo con los periodistas, en el marco de la apertura de la Octogésima Séptima Asamblea del Episcopado, en Bogotá.

A su vez, el obispo de Cúcuta, monseñor Jaime Prieto Amaya, afirmó que las mediaciones o facilitaciones «son importantísimas pero hoy en día el cara a cara se requiere más con las FARC, con el ELN [Ejército de Liberación Nacional], con todos los grupos en este conflicto armado que queremos solucionar. Ya no estamos simplemente, diría yo, en proposiciones, sino que queremos que haya propuestas de solución al conflicto armado.»

«Ya no pueden ser sólo ciertos diálogos iniciales para ver si entramos en un proyecto de acuerdo, sino que sencillamente cada uno debe poner sus puntos de vista y luego se entra en lo que pueden ser acuerdos específicos o concretos. Eso es fundamental en el momento presente porque me parece que ha madurado tanto el conflicto armado que no puede seguir en ese baño de sangre enorme que está acabando con los colombianos», agregó monseñor Prieto Amaya.

El cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo de Bogotá, reiteró que los miembros de la Conferencia Episcopal «siempre hemos estado dispuestos a colaborar en todo lo que sea por la paz».

«El país espera que liberen a todas las personas secuestradas. Eso abriría un camino para la paz», añadió el cardenal primado.

Por su parte, el arzobispo de Tunja, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, dijo que es un «mensaje de confianza a la Iglesia», el anuncio de las FARC de no oponerse a que el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Conferencia Episcopal también estén presentes en la anunciada liberación de dos miembros del Ejército en su poder.

Sobre el tema de esta Asamblea del Episcopado, monseñor Castro Quiroga dijo que se trata de «hablar de la vida y punto, sin adjetivos porque cualquier adjetivo restringe lo que es la vida».

Aseguró que esta vida debe ser «disfrutada y respetada por todos… es un compromiso no de la Iglesia sino de toda la humanidad… todo lo que está implicado en la vida es eso: que se pueda tener un trabajo, una familia, que se pueda progresar, etc. El tema es muy amplio pero es fundamental porque se trata de aquello que en Colombia está muy débil. El valor de la vida ha caído mucho en el país», dijo.

De igual manera, el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Aldo Cavalli, reiteró que cada secuestro es una injusticia y dijo que le preocupa la situación de cada persona secuestrada en Colombia.

Sobre un eventual encuentro cara a cara entre miembros de la Iglesia y de las FARC, explicó: «nosotros estamos siempre disponibles a caminos que sean útiles».

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ZENIT Staff

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