CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 12 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La ética, la familia y la vida han sido argumentos centrales de la audiencia que concedió este sábado Benedicto XVI al primer ministro de Canadá.
Tras el encuentro privado, de unos 20 minutos, Stephen Harper, de 50 años, cristiano evangélico, presentó al Papa a su esposa, Lauren, y a sus dos hijos, antes de mantener una reunión con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
Según explicó después una nota de la Oficina de Información de la Santa Sede, al afrontar en estos coloquios las relaciones entre la Iglesia y Canadá, «se analizaron los valores éticos, la defensa de la vida, el matrimonio y la familia».
Según la nota vaticana, se afrontaron también algunas cuestiones de política internacional discutidas en el G8 y los resultados de la cumbre, también a la luz de la nueva encíclica ‘Caritas in veritate‘, en particular, la crisis económico-financiera y sus implicaciones éticas, la ayuda a los países en vías de desarrollo, sobre todo a África, los cambios climáticos, el desarme y la no proliferación nuclear».
El Papa entregó como regalo al primer ministro una copia de la encíclica.
El comunicado vaticano explica que, en el encuentro, «se prestó además atención a Oriente Medio y a las perspectivas de paz en esa región, y se afrontó el tema de la libertad religiosa en algunos países».
Al recibirle en su biblioteca privada, el Papa preguntó a Harper cómo había concluido el encuentro del G8, celebrado en L’Aquila, y el primer ministro le respondió: «creo que ha estado muy bien», según pudieron testimoniar los periodistas presentes.
Harper regaló al Papa un jarrón realizado por el diseñador canadiense Andre Kuntz en estilo moderno.
El primer ministro ha sido el último de una serie de participantes en la cumbre del G8 que en esta semana han visitado el Vaticano: los primeros ministros de Japón, Taro Aso, de Australia, Kevin Rudd, y los presidentes de Corea del Sur, Lee Myung-bak, y Estados Unidos, Barack Obama.
Durante la cumbre del G-8, entre el 8 y el 10 de julio, el Papa también recibió a las esposas de varios de los jefes de Estado y de Gobierno asistentes, entre ellas las primera dama de México, Margarita Zavala de Calderón.
