ROMA, miércoles 15 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Lo primero que necesitan hoy los católicos en Vietnam son iglesias, consideran sus obispos que se encuentran en Europa tras haber realizado su visita «ad limina apostolorum» a Benedicto XVI y sus colaboradores.
El pasado jueves, seis obispos del país visitaron la sede central de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada, situada en Königstein, cerca de Fráncfort, en Alemania.
Todos los prelados coincidieron en que el número de vocaciones en Vietnam sigue siendo considerable.
Los obispos, procedentes de diferentes regiones de Vietnam, informaron a los representantes de la Asociación sobre la compleja vida y las necesidades de la Iglesia católica de su país.
Entre otros asuntos, monseñor Pierre Nguyên Van Nhon, obispo de Dalat y presidente de la Conferencia Episcopal Vietnamita, recalcó en su relación a Ayuda a la Iglesia Necesitada la importancia de los edificios eclesiales para la Iglesia católica.
Sin iglesias, señaló, no sólo no es posible realizar una labor pastoral: también hay que tener en cuenta que toda la vida social y el compromiso de las comunidades se desarrolla en torno a ellas. Por desgracia, añadió, no todas las comunidades de católicos disponen de un templo propio.
Monseñor Paul Bui Van Doc, obispo de My Tho y presidente de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Vietnamita, dijo que una de las prioridades reside en la labor de evangelización de la Iglesia.
En este sentido, señaló la gran utilidad de los ciclomotores para las religiosas, pues, gracias a ellos, éstas pueden asistir mejor a los creyentes.
Monseñor Joseph Dang Duc Ngan, obispo de Lang Son, subrayó en relación con la evangelización la necesidad de una buena formación básica y continua para los sacerdotes, religiosas y laicos.
Monseñor Paul Marie Cao Dinh Thuyen, obispo de Vinh (82 años), informó acerca de las buenas experiencias que su diócesis ha hecho con sus 6.000 catequistas voluntarios, formados por los sacerdotes y religiosas que visitan los poblados. Su diócesis cuenta con más de medio millón de creyentes.
Monseñor Thomas Nguyen Van Tan, obispo de Vinh Long, explicó que hace especial hincapié en fortalecer a las familias y en animar a los padres a enviar a sus hijos a la catequesis y las misas, pues los niños y jóvenes pertenecen a la generación más afectada por el cambio social.
Según señaló, muchos jóvenes emigran en busca de trabajo a las ciudades, donde algunos, al perder sus raíces y el equilibrio interior, acaban adoptando «malas costumbres». En su opinión, darles una buena base ayuda a prevenir tales situaciones.
Monseñor Cosma Hoang Van Dat SJ, obispo de Bac Ninh, se mostró de acuerdo, y señaló que en su diócesis están teniendo buenas experiencias con la labor pastoral infantil, pues muchos niños ahora les hablan a sus familias y amigos de la vida de Jesús.
Este país del sureste asiático, todavía gobernado por un régimen comunista, sigue siendo para Ayuda a la Iglesia Necesitada una de sus prioridades en Asia. La Asociación, que subvenciona proyectos en 138 países de todo el mundo, apoyó en el año 2008 a la Iglesia católica en Vietnam (cerca de 6 millones de creyentes) con más de 1,06 millones de euros.