ROMANO CANAVESE, domingo 19 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Papa animó a los fieles presentes durante el rezo del Ángelus en la plaza Ruggia de la ciudad de Romano Canavese (Piamonte) a la generosidad ante la crisis económica, y a recuperar los valores cristianos.
Ante los fieles canavesanos reunidos para el rezo del Ángelus, el Papa alabó las raíces cristianas de una tierra “bien pronto bañada por la sangre de los mártires”, testimonio elocuente “de una larga historia de fe”.
Frente a la actual crisis económica, que ha traído el paro a la región, el Papa invitó a los presentes a “no desanimarse” sino a actuar con generosidad.
“La Providencia ayuda siempre al que obra el bien y se compromete por la justicia; ayuda a quienes no piensan sólo en sí mismos, sino también a quien está peor que ellos”, afirmó.
El Papa invitó a los fieles a recordar tiempos pasados, en que “vuestros abuelos se vieron obligados a emigrar por falta de trabajo, pero después el desarrollo económico ha traído bienestar y son otros los que han emigrado hasta aquí desde Italia y desde el extranjero”.
“Los valores fundamentales de la familia y del respeto a la vida humana, la sensibilidad por la justicia social, la capacidad de afrontar la fatoga y el sacrificio, el fuerte lazo de unión con la fe cristiana a través de la vida parroquial y especialmente la participación en la Santa Misa, han sido vuestra verdadera fuerza a través de los siglos”, reconoció el Papa.
En este sentido, advirtió que “serán estos mismos valores los que permitiran a las generaciones de hoy construir con esperanza su propio futuro, dando vida a una sociedad verdaderamente solidaria y fraterna, donde todos los ámbitos, las instituciones y la economía estén permeados de espíritu evangélico”.
“Sobre este problema he intervenido muchas veces y he querido afrontarlo más en profundidad en la reciente Encíclica Caritas in veritate. ¡Espero que pueda movilizar fuerzas positivas para renovar el mundo!”, añadió el Papa.
En este sentido, dirigió un pensamiento especial a los jóvenes, “en quienes es necesario pensar en perspectiva educativa”, como lo hizo san Juan Bosco, fundador de la familia Salesiana, y cuya presencia en la zona ha sido “difundida y fecunda”.
El Papa invocó el ejemplo de este santo, como “un ánimo ulterior para que vuestra comunidad diocesana se comprometa cada vez más en el campo de la educación y del acompañamiento vocacional”.
“Aquí, como en todas partes, es necesario preguntarse qué tipo de cultura se os viene encima, qué ejemplos y modelos se os propone, y valorar si son capaces de animaros a seguir las vías del Evangelio y de la libertad auténtica”, explicó.
El Papa añadió que los jóvenes “está llenos de recursos”, pero “se les debe ayudar a vencer la tentación de elegir vías fáciles e ilusorias, para encontrar el camino de la Verdad verdadera y plena”.