ROMANO CANAVESE, domingo 19 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Papa quiso hoy agradecer las numerosas muestras de afecto y cercanía recibidas tras la caída accidental, que el pasado viernes 17 de julio le provocó una rotura en la muñeca, durante su estancia veraniega en Les Combes (Val D’Aosta).
Así lo hizo al introducir hoy el tradicional rezo dominical del Ángelus, que celebró en la Plaza Ruggia, contigua a la iglesia de san Pedro y san Solútor, en la localidad piamontesa de Romano Canavese, cerca de Turín (Italia).
Precisamente, es la ciudad natal del actual Secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, quien presidió la Santa Misa antes de la llegada del Papa, en esta parroquia, la misma donde fue bautizado de pequeño.
El Papa, dirigiendose a los presentes, aprovechó su breve discurso introductorio al Ángelus para agradecer “con todo mi corazón a todos: han sido muchos los que me han mostrado, en este momento, su cercanía, su simpatía, su afecto por mí y han rezado por mí”.
“Así se ha reforzado la red de oración que nos une en todas partes del mundo”, afirmó.
Aprovechó también para agradecer “ a los médicos y al personal médico de Aosta que me ha tratado con tanta diligencia, con tanta competencia y amistad y – como veis – con éxito – ¡esperamos! – final”. También agradeció “a las autoridades del Estado, de la Iglesia y a todas las personas que me han escrito o que me han mostrado su afecto y su cercanía”.
“¡Como veis, a causa de mi infortunio, estoy un poco limitado en mi agilidad, pero la presencia del corazón es plena, y estoy entre vosotros con gran alegría!”, añadió el Papa.
Sin cambios de programa
El incidente sufrido el pasado viernes por el Papa, que se rompió la muñeca derecha tras una caída en su residencia actual en Les Combes, no ha sido obstáculo para proseguir con las actividades programadas para estos días.
Así lo confirmó ayer el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, afirmando que las condiciones generales de la salud del Papa “son buenas”, y que no se prevén cambios de programa.
“El Papa permanecerá en Les Combes durante el tiempo programado, el viernes están previstas las Vísperas en la Catedral de Aosta, y el domingo próximo el Ángelus en Les Combes”, confirmó.
“Naturalmente, el Papa está aprendiendo a vivir con la muñeca derecha enyesada, y con los inconvenientes que ello comporta. Para él lo más doloroso es tener que renunciar a escribir a mano, cosa que pretendía hacer frecuentemente en estos días”, añadió ayer el portavoz vaticano.