ROMA, martes, 21 julio 2009 (ZENIT.org).- Caritas Internacional condena el creciente clima de inseguridad en el este de la República Democrática del Congo a raíz del asesinato de un miembro del equipo de Cáritas de Francia (Secours Catholique) en ese país africano.
Ricky Agusa Sukaka, de 27 años, recibió disparos de muerte en Musezero, Kivu Norte, en el camino de casa al trabajo, en la tarde del 15 de julio. Cuando sus colegas lo encontraron, sus bolsillos habían sido vaciados y le habían quitado su camiseta de Secours Catholique-Caritas France.
Los aldeanos informaron haber visto al señor Sukaka, que era congoleño, ser detenido por dos hombres que llevaban uniformes del ejército congoleño antes de que fuera asesinado.
Lesley-Anne Knight, secretaria general de Caritas Internacional dijo: «Ricky Sukaka trabajó valientemente en una zona de guerra para ayudar a otros a reconstruir sus vidas. La brutalidad y asesinatos en el Congo deben parar. Caritas llama a todos los grupos implicados a sentarse a la mesa de negociación y trabajar por una paz duradera».
Los choques violentos entre el ejército y los rebeldes han producido casi un millón de personas desplazadas en Kivu Norte y Sur. Grupos armados frecuentemente cometen asesinatos, secuestros, saqueos y violencia sobre una población que permanece en gran parte si protección.
Quienes dejan sus casas temiendo por sus vidas a menudo acaban en campos donde tienen que depender de la ayuda externa para cubrir sus necesidades básicas tales como alimento, agua y ropas.
Caritas Internacional es la confederación de 164 agencias de ayuda católicas que incluye a Caritas Francia. Las organizaciones miembros de Caritas en Francia y Congo contactaron con el ejército, la fuerza de la ONU en Congo, y la oficina de asuntos humanitarios de la ONU a raíz de la muerte del señor Sukaka.
Caritas Francia afirma que seguirá muy de cerca la investigación sobre el asesinato para asegurar que los autores son conducidos a la justicia.
Afirma que tanto la comunidad humanitaria como la población congoleña están pagando el alto precio de la creciente actividad de los grupos rebeldes y el ejército en la región.
Ricky Agusa Sukaka trabajaba como ingeniero agrícola con Caritas Francia desde hace justo un año.
Por Nieves San Martín