SANTA CRUZ, miércoles 22 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El cardenal boliviano Julio Terrazas Sandoval, C.SS.R. defendió al cardenal de Honduras, Óscar Rodríguez Maradiaga S.D.B. ante las acusaciones surgidas después de que éste leyera un comunicado de la Conferencia Episcopal de Honduras en el que se pedía al presidente hondureño Manuel Zelaya que no regresara al país para evitar un derramamiento de sangre.
En su homilía dominical el pasado día 19 de julio, el cardenal Terrazas, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, afirmó: «No podemos dejar en silencio el escándalo de tantas calumnias contra nuestro hermano el cardenal Rodríguez, tenemos que decirlo con claridad, ese hombre no es alguien que ha salido en estas circunstancias sólo para cumplir una coyuntura, es el pastor que ha entregado muchos años de su vida por su pueblo, ha sido presidente del CELAM por muchos años, ha sido presidente del Departamento de Justicia y solidaridad y es hoy presidente de Cáritas Internacional».
«No es pues un cualquiera –subrayó– de esos a los que quieren aplastar e insultar algunos que han perdido la noción de que hay que respetar a las personas, a las instituciones, si es que realmente se quiere avanzar no con un carnaval más, sino con una puesta en común de todos los esfuerzos y de toda nuestra vida».
El cardenal Terrazas señaló que los obispos de Bolivia se han solidarizado con la Iglesia de Honduras, pero, añadió, «me toca a mí decirlo de manera personal, porque es mi hermano, que no es justo, no puede ser justo todo lo que se dice en base a invenciones y a no querer escuchar la verdad que él como pastor ha tenido que realizar para evitar que las ovejas se dispersen, que las ovejas sean llevadas como esclavas a otros espacios o que esas ovejas sean avasalladas por otros que no tienen nada que ver en la marcha de ese pueblo».
El cardenal boliviano con estas palabras sale al paso de lo publicado por algunos medios que acusan al cardenal hondureño de haber participado en la preparación del golpe de Estado en su país.
Terrazas instó a orar «por aquellos que son prepotentes, que creen que su fuerza está en los fusiles de las amenazas, dejen caer sus fusiles y se conviertan en arados e instrumentos de trabajo por la vida».
Por Nieves San Martín
El cardenal boliviano defiende al cardenal Rodríguez Maradiaga
Señaló que las acusaciones contra el purpurado hondureño son “invenciones”