BUENOS AIRES, viernes, 24 julio 2009 (ZENIT.org).- El 26 de julio, la Iglesia católica celebra la memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, motivo por el cual la Conferencia Episcopal Argentina, a través del Área de Adultos Mayores del Secretariado Nacional, promueve la costumbre de celebrar y homenajear en este día a los abuelos y abuelas.
El organismo episcopal motiva este esfuerzo en el magisterio del Papa, quien ve en los abuelos un tesoro del que no se puede privar a los nietos, así como en la pastoral que viene impulsando en estos últimos años el Consejo Pontificio para la Familia.
A los abuelos dedicó precisamente el año pasado ese organismo vaticano su XVIII Asamblea Plenaria con el tema: "Los abuelos: su testimonio y presencia en la familia".
El encuentro pretendió subrayar el papel de cohesión, de apoyo y sostén a los nietos, de mediación en las relaciones entre cónyuges, y en las relaciones entre padres e hijos, desempeñado por la generación más anciana dentro del núcleo familiar.
En el discurso que Benedicto XVI dirigió a los participantes en la asamblea, el 5 de abril, pidió promover la acogida de los abuelos, definiéndoles como "un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe".
El Papa recordó que la Iglesia siempre ha reconocido "la gran riqueza de los abuelos desde el punto de vista humano y social, religioso y espiritual".
Por eso pidió que "los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad, que continúen siendo testigos de unidad, de valores fundados en la fidelidad a un único amor que genera la fe y la alegría de vivir".
Por estos motivos, el organismo episcopal argentino sugiere promover en las diócesis la celebración del Día de los Abuelos, tanto en las familias como en las parroquias, escuelas e instituciones y para ese fin se dejó a la creatividad de las comunidades los modos de realizar la celebración.