MÓNACO, lunes 21 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- Gran cantidad de cordones umbilicales se están desaprovechando a pesar del elevado potencial de las células madre que contienen y de que su uso no conlleva problemas éticos.
Así lo señaló a ZENIT el presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC), Josep Maria Simon, al presentar el segundo Congreso internacional de médicos católicos sobre células madre adultas, que dedicará un espacio a los avances sobre el cordón umbilical.
El encuentro se celebrará en el Principado de Mónaco del 26 al 28 de noviembre, con la presencia de destacados expertos y autoridades, entre ellas el príncipe Alberto II de Mónaco; y el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Salvatore Fisichella.
«Lo ideal seria conservar cuantos más cordones umbilicales mejor -indica el médico Simón Castellví-. Se debería poder disponer de grandes bancos para que muchas personas se pudieran beneficiar».
Para el representante de los médicos católicos de todo el mundo «es absurdo mandar el cordón umbilical a incineración o poner palos en las ruedas de los bancos de sangre de cordón, por prejuicios ideológicos».
Algunas instituciones todavía prefieren apoyar la investigación con células madre embrionarias a pesar de los escasos resultados obtenidos y los problemas éticos que conlleva.
«A ver si después de tanto buscar la piedra filosofal o el elixir de la eterna juventud, resulta que lo tenemos incorporado en las células madre que se hallan en nuestros propios tejidos», dice, para aclarar después que el verdadero elixir de la vida eterna es la Eucaristía.
El príncipe Alberto de Mónaco señala en su carta de bienvenida a los participantes del Congreso que «los avances de la investigación sobre las células madre adultas y del cordón umbilical, que reclaman la atención de la comunidad internacional, ofrecen un importante punto de inflexión científico».
El Congreso abordará los últimos avances y las perspectivas de las investigaciones sobre células madre adultas.
La FIAMC busca ahora actualizar los conocimientos científicos que se compartieron durante el primer Congreso sobre células madre adultas celebrado en Roma en el año 2006, que contó con una audiencia con el Papa.
Tal y como explica la presidenta del comité científico del Congreso, Eliane Gluckman, «el avance en la búsqueda de nuevas áreas terapéuticas sólo puede lograrse a través de intercambio de ideas entre científicos, investigadores y médicos».
Actualmente, «los grandes y consolidados avances con las células madre adultas residen en el tratamiento de las enfermedades de la sangre como las leucemias», explica Simón Castellví
«En otros casos, como los tratamientos del corazón infartado o la obtención de células para «recambiar» tejidos corporales lesionados o faltantes, hay avances prácticos y verdaderas perspectivas de futuro», añade.
«Es por ello que la Iglesia apuesta por la investigación con células madre adultas -concluye-: dan resultados y no conllevan los problemas éticos de la obtención de células madre embrionarias (despiece del embrión humano)».
«Además -asegura-, las células embrionarias son muy díscolas, poco manejables, y fácilmente crecen sin control produciendo tumores».
Por Patricia Navas