LIMA, jueves 24 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- El cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo de Lima, ha enviado una carta a los presbíteros en pleno Año Sacerdotal para pedirles que la alegría sea el distintivo que debe manifestarse en toda su vida, cuando predican, cuando celebran la Santa Misa, cuando trabajan en el despacho y cuando administran el sacramento de la Reconciliación.
También les recuerda no olvidar «que muchas veces los fieles se acercarán con mayor devoción y confianza cuando nos ven serenos y alegres que transmitimos la paz que Cristo pone en nuestros corazones».
Señala en el documento que este Año Sacerdotal es motivo para hacer propósitos de conversión personal serios y constantes, reflejo profundo de su ser en Cristo. «Quien nos oye, quien nos ve, debe «oír y ver» al mismo Cristo pleno de alegría y de paz. Debemos contagiar a los demás ese gozo interior que es fruto de una lucha seria y constante por parecernos a Él», invocó.
El Arzobispo de Lima señaló que la mejor promoción vocacional es ser un sacerdote alegre y los animó a estrenar en este año sacerdotal una renovada lucha por la santidad.
Finalmente, el Cardenal Cipriani comunicó a todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima que ha conformado una Comisión para que los presbíteros puedan participar en la clausura del Año Sacerdotal que se efectuará entre el 09 y el 11 de Junio de 2010 y así responder a esta invitación del Santo Padre Benedicto XVI al clero de todo el mundo.
Para poder acceder al texto completo de la carta ingresar a www.arzobispadodelima.org