LA HABANA, viernes 6 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El nuevo nuncio apostólico de Benedicto XVI en Cuba ha anunciado que entregará todas sus energías al servicio de la Iglesia en la isla, de la que ha destacado su histórica fidelidad al Papa.
El arzobispo Angelo Becciu pronunció su compromiso el 4 de noviembre, en su presentación que tuvo lugar durante la misa celebrada en la catedral de La Habana con la participación de decenas de sacerdotes, religiosos, religiosas y centenares de fieles, según informa Palabra Nueva, revista de la arquidiócesis capitalina.
«Con gusto consumiré mis fuerzas ofreciendo mi colaboración para que la Iglesia que está en Cuba siga brillando por su histórica fidelidad, también en los momentos más duros, y por su intacta comunión con el obispo de Roma», aseguró el arzobispo italiano
Monseñor Becciu había arribado días atrás a Cuba, pero su presentación a la Iglesia local tuvo lugar el día que el calendario eclesiástico recuerda a san Carlos Borromeo, y coincidiendo con la Asamblea plenaria del episcopado cubano que se celebra esta semana en La Habana.
La misa fue concelebrada por todos los obispos cubanos y por el arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, quien se encuentra en la isla respondiendo a una invitación de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC).
Durante su homilía, tras agradecer al cardenal Jaime Ortega y al arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la COCC, monseñor García Ibáñez, por la acogida, monseñor Becciu afirmó rendir honor «a este país, cuya historia, cultura, arte, paisajes y sentido de la hospitalidad lo han hecho célebre en mundo».
«Sobre todo –añadió– rindo homenaje y me inclino frente a esta Iglesia que está en Cuba», y expresó que los cristianos del mundo conocen a los de Cuba, rezan por ellos y les ven con admiración «por el ejemplo de fortaleza, paciencia y de perseverancia que ofrecen desde hace mucho tiempo».
El nuevo enviado de Benedicto XVI propuso a la Iglesia en la isla fomentar la virtud de la esperanza, como característica de «la acción y el estado de ánimo de los cristianos cubanos».
A todos los seminaristas presentes dirigió monseñor Becciu sus palabras finales a los seminaristas para pedirles «que hagan brotar de su corazón una sola palabra: ¡gracias! El Señor ha colocado sobre ustedes su mirada y les ha elegido. Sean conscientes y agradecidos por tal don».
De Angola a Cuba
Nacido en la localidad italiana de Pattada el 2 de junio de 1948, monseñor Becciu ha sido precedentemente nuncio en Angola en en Santo Tomé y Príncipe desde octubre de 2001.
Monseñor Becciu fue una de las autoridades que recibieron al Papa en el aeropuerto de Luanda el pasado mes de marzo, durante la primera visita de Benedicto XVI a África.
De África, el arzobispo pasa a la nunciatura de Cuba, que existe desde el 11 de septiembre de 1935.
Sucede en la nunciatura apostólica de Cuba a monseñor Luigi Bonazzi, que, tras cinco años en ese cargo, el pasado mes de marzo fue nombrado nuncio apostólico en Lituania.
Embajador del Papa
El nuncio apostólico, conocido comúnmente como el embajador del Papa, es el representante del pontífice ante el gobierno civil y ante las comunidades católicas existentes en el Estado ante el que está acreditado.
Su tarea principal consiste en hacer más eficaces y sólidos los vínculos de unidad que existen entre la Santa Sede y las Iglesias particulares en el ámbito del territorio al que ha sido destinado.
También debe promover y sostener las relaciones entre la Santa Sede y las autoridades del Estado, evitando hacer política o entrometerse en asuntos internos.
Una de sus atribuciones particulares afecta al nombramiento de los obispos del país en el que trabaja. A él le corresponde transmitir o proponer a la Sede Apostólica los nombres de los candidatos, así como instruir el proceso informativo de los que han de ser promovidos, según las normas dadas por la Sede Apostólica.