SO KIEN, miércoles 25 de noviembre de 2009 (ZENIT.org) – Benedicto XVI ha agradecido el testimonio de los mártires de Vietnam, don de la fe en Cristo, con motivo del Jubileo de la Iglesia en Vietnam que comenzó este martes, día de la fiesta litúrgica de esos mártires.
El jubileo fue inaugurado en una celebración eucarística en So Kien, en la diócesis de Hanoi, y está motivado por el 350 aniversario de los vicariatos apostólicos de Tonkín y de Cochinchina (cf. Zenit 30 de noviembre de 2009) y el 50 aniversario de la conferencia episcopal del país.
Miles de personas asistieron a la apertura, entre ellas los cardenales Roger Etchegaray, presidente emérito del Consejo Pontificio Justicia y Paz; André Vingt-Trois, arzobispo de París y presidente de la Conferencia episcopal de Francia, y Bernard Law, arzobispo emérito de Boston.
El jubileo fue proclamado por el cardenal Jean-Baptiste Pham Minh Man, con el tema “La Iglesia católica en Vietnam: misterio, comunión, ministerio”.
Una larga procesión con velas, encabezada por monseñor Peter Nguyen Van Nhon, presidente de la Conferencia Episcopal de Vietnam, seguida por una treintena de obispos de 26 diócesis en el país, 250 sacerdotes y 600 religiosas vietnamitas, recordó a los 117 mártires de Vietnam canonizados.
Presiones del Gobierno
El arzobispo de Hanoi, monseñor Joseph Ngo Quang Kiet, afirmó: “Siento orgullo y gratitud por nuestros antepasados que sacrificaron sus vidas para mantener el regalo” de la fe, informó la agencia AsiaNews.
“Deberíamos estar agradecidos a los misioneros que han sacrificado sus vidas por nosotros”, añadió.
Monseñor Kiet ha presentado recientemente su dimisión al Papa, alegando motivos de salud, aunque muchos católicos vietnamistas piensan que la dimisión de este prelado de 57 años, uno de los principales líderes de la Iglesia católica en Vietnam, se debe a presiones del Gobierno vietnamita, según informó este martes Rome Reports.
De hecho, el presidente del Comité Popular de Hanoi ha pedido en varias ocasiones su dimisión. Le responsabiliza de las protestas de católicos por la venta de terrenos expropiados a la Iglesia y le acusa de no respetar ni cooperar con las autoridades para resolver el problema.
Monseñor Kiet reconoció que la semilla del Evangelio plantada en Vietnam “ha vivido muchas experiencias difíciles”.
“Son las fuerzas del mal, las que quieren matar la semilla del Evangelio, pero, curiosamente, cuantas más dificultades encuentra la semilla del Evangelio, más se trabaja para una rica cosecha”, añadió.
A la apertura del jubileo, siguió una noche de celebraciones en torno a los 350 años de vida de la Iglesia en Vietnam.
Renovar compromisos
El Papa evocó este jubileo el pasado 27 de junio, en su discurso a los obispos de Vietnam en visita ad limina.
“La Iglesia que está en Vietnam se está preparando actualmente para la celebración del quincuagésimo aniversario de la erección de la jerarquía episcopal vietnamita”, dijo entonces Benedicto XVI.
“Esta celebración, que estará marcada sobre todo por el Año Jubilar 2010, os permitirá compartir con entusiasmo la alegría de la fe con todos los vietnamitas y renovar vuestros compromisos misioneros”, continuó.
“En esta ocasión -afirmó-, el pueblo de Dios debe ser invitado a dar gracias por el don de la fe en Jesucristo. Este regalo fue acogido generosamente, vivido y testimoniado por muchos mártires, que quisieron proclamar la verdad y la universalidad de la fe en Dios”.
El Santo Padre destacó la importancia de este testimonio para todo el continente asiático: “En este sentido, el testimonio de Cristo es un servicio supremo que la Iglesia puede ofrecer a Vietnam y a todos los pueblos de Asia, ya que responde profundamente a la verdad y a los valores que garantizan el desarrollo humano integral”, dijo citando el documento “Ecclesia in Asia”.
También indicó la importancia de la comunión entre los obispos: “Frente a muchos problemas que este testimonio encuentra actualmente, es necesaria una colaboración más estrecha entre las distintas diócesis y entre diócesis y congregaciones religiosas, así como dentro de sí mismas”, dijo.
El Papa no ha respondido públicamente a la invitación del presidente de la conferencia episcopal de Vietnam a realizar un viaje al país.