MADRID, lunes 12 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Pasados seis meses del devastador terremoto que asoló Haití el 12 de enero, Cáritas Española rinde cuentas de la respuesta humanitaria a las víctimas, en la que se han volcado tanto la Cáritas Haitiana como el conjunto de la red internacional de Cáritas. Caritas Internacional ha invertido 37,4 millones de euros y atendido a 2,3 millones de damnificados.
En estos seis meses, Cáritas Española – según informa en su página web – ha financiado diversos programas de ayuda humanitaria por un importe global de 3.270.150 euros, que han permitido garantizar las necesidades diarias básicas de 260.500 damnificados.
La intervención prioritaria se ha llevado a cabo en las áreas de agua y saneamiento, atención médica, alimentación, refugio temporal y ayuda básica no perecedera.
Al menos 60.000 personas acogidas en 20 campos de refugiados instalados en diversas zonas de Puerto Príncipe, Jacmel, Port-de-Paix, Nippes y Cayes han garantizado, con el apoyo directo de Cáritas española, el acceso diario al agua potable y a servicios de saneamiento y letrinización.
En cuanto a atención médica, se movilizó a un total de 38 médicos y enfermeras, se desplazó a las zonas siniestradas un parque de siete clínicas móviles y se llevaron a cabo un total de 32 misiones sanitarias en diversos lugares para prestar ayuda de urgencia a miles de personas.
Gracias al despliegue logístico, Cáritas Española participó en los programas de distribución de alimentos y de raciones diarias de comida caliente en Puerto Príncipe, Jacmel, Hinche, Gonaïvesm, Cap-Haitien y Jérémie, del que se han beneficiado 200.000 personas.
Dentro del capítulo de refugio temporal y ayuda no perecedera, la acción de Cáritas Española en Haití permitió distribuir 3.000 equipos de material de refugio para 18.000 familias en Puerto Príncipe, el reparto de 3.000 tiendas y lonas de plástico en Delmas 65 y el envío desde España hasta la isla de 179 toneladas de productos humanitarios.
Al mismo tiempo, se han iniciado ya algunos programas de recuperación temprana, dirigidos a favorecer la autosuficiencia de las comunidades afectadas. En Jacmel, Cáritas Española financia un proyecto de distribución de semillas a los pequeños agricultores, con objeto de recuperar cuanto antes los cultivos, y planes de “dinero por trabajo” para fomentar el empleo a través de actividades de reconstrucción de viviendas y la rehabilitación de infraestructuras comunitarias dañadas por el seísmo.
Los fondos económicos que han permitido llevar a cabo este esfuerzo solidario proceden de los donativos aportados por cientos de miles de donantes anónimos a través de la campaña de solidaridad “Cáritas con Haití”, que hasta la fecha ha recaudado 24 millones de euros a través de toda la Confederación Cáritas Española.
La respuesta de Cáritas Española a esta emergencia forma parte de la acción conjunta a favor de los damnificados llevada a cabo por Cáritas Internationalis con el apoyo en el terreno de la propia Cáritas Haitiana y en estrecha coordinación con las agencias del Sistema de Naciones Unidas en el país.
En estos seis meses, la red mundial de Caritas ha invertido unos 37,4 millones de euros en las diversas operaciones de asistencia llevadas a cabo, desde refugio de emergencia, a tratamiento médico, habilitación de servicios higiénicos y seguridad alimentaria así como orientación, acompañamiento psicológico y protección. Toda esta ayuda de la red Caritas ha llegado a más de 2,3 millones de damnificados.
El mayor reto sigue siendo ofrecer un refugio digno a las numerosas personas que perdieron sus hogares en el terremoto. Más de un millón de personas viven todavía en campamentos provisionales, en los alrededores de la capital, Puerto Príncipe. Se calcula que más de 250.000 viviendas fueron destruidas. En los últimos seis meses, Caritas ha proporcionado refugio de emergencia o viviendas provisionales a unas 160.000 personas tanto en Puerto Príncipe con en las áreas rurales.
A pesar del incesante trabajo de remoción, sigue habiendo muchos escombros por las calles, lo que retrasa las obras de reconstrucción. Por otra parte, la alta densidad de población en los campamentos impide la construcción en los mismos de viviendas provisionales. Y con frecuencia, la poca claridad de los títulos de propiedad de la tierra empeora la situación.
Unas 600.000 personas ya han abandonado la capital, y han encontrado refugio y trabajo en áreas rurales, principalmente en sus localidades de origen, en la región Gonaïves y Grande Anse, así como en la zona central del país.
Sin embargo, su llegada ha originado una seria presión demográfica en esas regiones, ya de por sí muy pobres, incapaces de proveer a las necesidades de todos. Por ese motivo, muchos de los que llegaron, ante la falta de posibilidades para rehacer su vida en el pueblo de origen, están regresando a los campamentos superpoblados de la capital. Con el fin de retrasar esa oleada hacia la capital, la red Caritas ha empezado a construir refugios provisionales en las zonas rurales.
Además de seguir trabajando para garantizar las necesidades –alimentación, salud, agua potable, refugio temporal digno–, Cáritas Española y Cáritas Haití han establecido, dentro del marco de trabajo de Cáritas Internationalis, una línea de trabajo conjunta dirigida a la transformación social de la realidad haitiana. Para ello, es necesario eliminar la lacra de la pobreza, a través del acceso a un trabajo digno para la mayoría de los haitianos, la equidad, el crecimiento de las personas y las instituciones, y la paz social.
Los tres sectores prioritarios de intervención de Cáritas Española en Haití a medio y largo plazo son: La educación. Cáritas entiende que no se puede construir una sociedad nueva sin invertir en capital humano, es decir, en el acceso a los servicios básicos.
Si este ámbito no está garantizado, la propia supervivencia de las personas en Haití está en peligro, advierte Cáritas Haití.
Por Nieves San Martín