GULU, martes 20 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Dar a los más pobres de la Uganda del Norte rural una voz a través de internet sin cables, impulsa la alfabetización, incrementa el desarrollo y eleva la conciencia sobre las violaciones de los derechos humanos. En 2005, un ambicioso proyecto con estos objetivos fue puesto en marcha por la archidiócesis de Gulu, en Uganda del Norte.
La gran cantidad de personas desplazadas y poblaciones rurales marginadas que han sufrido durante dos décadas de conflicto, muchas de ellas analfabetas, fueron conectadas con el mundo exterior, informa Caritas Internacional en su página web.
“La gente puede ahora entrar en contacto con comunidades vecinas y también parientes u ONG del exterior. En caso de violaciones de los derechos humanos por funcionarios del gobierno o rebeldes, tales como violación o secuestro, las comunidades pueden alertarnos y entonces podemos actuar mucho más rápidamente que antes”, afirma John Bosco Komakech Aludi, director de Caritas Gulu.
“Es también un medio para despertar la conciencia sobre estos problemas en el exterior y mejorar la educación”.
Los beneficiarios pertenecen a las áreas rurales de Uganda del Norte. Muchos de ellos no tienen acceso a la electricidad. Las siglas BOSCO indican Battery Operated Systems for Community Outreach (Sistemas operados con baterías para la integración de las comunidades).
Los ordenadores funcionan con pequeños paneles solares que pueden proporcionar fácilmente la energía necesaria en el clima soleado de Uganda del Norte. Con la mitad de un día de sol, pueden proporcionar seis o siete horas de energía para el ordenador.
“Los adolescentes usan esta tecnología para organizar partidos de fútbol y otras actividades entre comunidades. Y luego, como a cualquier joven, también les gusta jugar, escuchar la música más reciente y comunicar a través de las redes sociales. Y esto en áreas donde una mayoría, incluso los adolescentes, permanecen todavía analfabetos”, dijo Komakech.
“Cuando ven lo que internet puede puede ofrecerles, muchos hacen un esfuerzo por mejorar sus habilidades de lectura. Este proyecto promueve la idea de que la educación es útil”.
Caritas apoyó la iniciativa BOSCO mediante un trabajo de grupos de presión, ayudando a su director Joseph Okumu a viajar a Australia para recolectar fondos, o proporcionando espacio de oficinas dentro de Caritas Gulu y profesores para entrenar a los aldeanos. Ahora, Caritas también se beneficia de los resultados.
“Nos encontramos regularmente con los sacerdotes y trabajadores sociales locales, pero es siempre complicado lograr que la gente venga a nuestras oficinas. Con internet, las cosas son más rápidas. El otro día, por ejemplo, dos sacerdotes presentaron la idea de plantar árboles en lugares específicos en sus diócesis. Los lugareños conocen mejor lo que se necesita en sus comunidades, de manera que esta clase de información puede ayudarnos a mejorar la aplicación de nuestros recursos”, dijo Komakech.
Algunas aldeas están a 50 kilómetros de distancia de la siguiente ciudad y el transporte puede ser difícil. Con internet, el equipo de Caritas no necesita ir siempre a las aldeas y puede planificar sus visitas con tiempo para emplear su tiempo más sabiamente. Así los ordenadores también les ayudan a ahorrar un montón de tiempo y gastos.
“El impacto visible es grande, pero creo que hay consecuencias indirectas más positivas. Compartir ideas, las mejores prácticas e historias de éxito, especialmente a nivel local, puede marcar realmente la diferencia. La comunicación es un importante factor de desarrollo”, dijo Komakech.
Actualmente, BOSCO Uganda proporciona conexión sin cable de alta velocidad a 22 sitios web diferentes en los distritos Amuru y Gulu tras el conflicto. Los ordenadores han sido entregados a grupos juveniles en escuelas, parroquias y ONG. Son responsables como grupo del material. De este modo, la gente puede supervisar y ayudarse unos a otros, y pueden asegurar que los ordenadores no se pierden o se dañan.
BOSCO está planeando extender el proyecto a otras regiones de Uganda y Sudán del Sur. Recientemente, el proyecto fue galardonado con el premio Rompiendo Fronteras 2010, que reconoce a grupos o individuos que usan internet para promover la libertad de expresión. Este reconocimiento proporcionará ulterior financiación y elevará el conocimiento de la presencia del proyecto
A pesar del gran éxito de BOSCO, los desafíos permanecen. Se necesita mantener una oficina de coordinación en Gulu con tres personas en el equipo para hacer el seguimiento de todo el sistema, y entrenar a los nuevos usuarios de internet. Hace falta gran cantidad de entrenamiento para lograr que la población rural domine las habilidades del ordenador.
“Incluso el Gobierno de Uganda se ha interesado en nuestro proyecto, desean copiar el sistema para mejorar la comunicación con los gobiernos locales. Pero hacen falta muchos fondos para lograr que esta iniciativa tenga realmente éxito. Serían necesarios más proyectos de educación para los analfabetos. Se necesita hacer mucho más para ofrecer esta tecnología a todos los cabezas de familia de la Uganda rural”, concluyó Komakech.
Por Nieves San Martín