CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 18 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha hecho público un telegrama firmado por el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, en el que el Papa muestra sus condolencias por el fallecimiento del físico italiano Nicola Cabibbo, presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias.
Los funerales por el difunto científico se celebraron hoy, en la basílica romana de San Lorenzo Extramuros, presididos por el cardenal Giovanni Coppa, nuncio apostólico en la República Checa.
El Papa quiso recordar su “generoso servicio a la Santa Sede” y concedió la bendición apostólica a sus seres queridos y a cuantos participaron en las exequias.
Nicola Cabibbo, recordó el cardenal Coppa durante la homilía, dio una contribución original y decisiva al progreso del diálogo entre la fe y la razón “en los grandes temas científicos y sociales como la vida, la muerte, la evolución, el estudio del universo, la pace”.
Cabibbo “escrutó la estructura del universo, sobre todo en el campo de la física de partículas”. Con sus estudios “fue a las raíces de la creación, la obra antigua y siempre nueva de la sabiduría de Dios”, afirmó el purpurado, cuya homilía fue recogida en la edición de L'Osservatore Romano de hoy.
Por su parte, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias, subrayó la contribución del difunto en “favorecer la reconciliación entre la fe y la razón, y su apasionado trabajo en defensa de la paz, del desarme nuclear y para el desarrollo de las fuentes de energías renovables”.
Nicola Cabibbo, además de presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias, había trabajado en el CERN de Ginebra, y enseñado en las universidades La Sapienza y Tor Vergata de Roma. Había dedicado muchas intervenciones a la relación entre creación y evolución.