SYDNEY, viernes 25 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- El cardenal Raymond Burke ha destacado la llamada a construir una cultura católica fuerte, hasta el punto de ser mártires de la fe.

El Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica hizo esta declaración en el curso de su intervención en el tema “La caída del Occidente cristiano”, organizado por la Asociación de los Estudiantes Católicos Australianos en Sydney.

El purpurado ha destacado “nuestra llamada a construir nuevamente una cultura católica fuerte, en la fidelidad a nuestra vocación de testimoniar a Cristo y, por tanto, ser mártires de la fe”.

En concreto, se centró en la necesidad de “testimoniar la verdad con relación a la sexualidad humana como elemento fundamental para la santidad de vida, y la cuestión de la conciencia como guía insustituible y segura en la búsqueda de la santidad de vida”.

“La vida del mártir de la fe encuentra su centro y su fuente en el sacrificio eucarístico, en la adoración eucarística y en todas las formas de devoción eucarística, sobre todo en las visitas al Santísimo Sacramento y en la comunión espiritual durante la jornada”, afirmó.

“La Santa Eucaristía”, añadió el cardenal, “no sólo nos refuerza espiritualmente para ser verdaderos mártires, sino que es modelo de nuestro martirio, amor puro y generoso, sin condiciones, hasta el final”.

“La intimidad y la valentía necesarias para ser un mártir del testimonio en el mundo de hoy, exigen intimidad con Cristo, que puede derivar sólo del examen de conciencia y del acto de contrición cotidianos y del encuentro regular con Él en el sacramento de la penitencia”.

“Reconozcamos que es Cristo mismo el que hace posible nuestra búsqueda de la santidad, para ser verdaderos mártires”, concluyó el cardenal Burke.

“Y en siguiéndolo fielmente y sin reservas, llevamos a nuestro mundo, la luz de la verdad”.