CIUDAD DE PANAMÁ, lunes 28 de febrero de 2011 (ZENIT.org - El Observador).- La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) pidió este fin de semana que se establezca un diálogo "sin precondiciones y con transparencia" entre la Coordinadora Indígena que organiza las protestas contra las reformas al Código Minero, y el gobierno del Presidente Ricardo Martinelli.

El llamado de la Iglesia católica coincidió con el de varios sectores que pidieron un diálogo y un referéndum para que todo el país opine sobre el futuro del patrimonio minero del país.

La CEP indicó que "le preocupa el conflicto existente entre las comunidades indígenas, amplios sectores de la sociedad civil y las autoridades gubernamentales, que puede llevar a consecuencias impredecibles".

Los obispos de Panamá urgieron a las autoridades a buscar una solución al conflicto minero en las comunidades indígenas de este país, agravado por las protestas de los últimos días.

"La Iglesia católica está convencida de que el medio viable para buscar una solución a este conflicto es establecer una mesa de diálogo, sin precondiciones, con transparencia y con el tiempo necesario", señaló un comunicado emitido por la CEP.

Para los obispos del país centroamericano, en el diálogo "deben participar las comunidades afectadas, especialistas en la materia y una representación de los sectores de la sociedad preocupados por las consecuencias de estas reformas (al Código Minero), para que se analicen serenamente las ventajas y desventajas de la industria minera y se llegue a un consenso sobre lo que es mejor para el bien común del país".

Los conflictos han surgido por la aprobación de la Ley 8 del Código Minero en el que se establece una nueva relación de fuerzas en un ámbito en el que se han desenvuelto, históricamente, comunidades indígenas de Panamá, particularmente los pertenecientes a la etnia Ngäbe Buglé, quienes han cerrado al tráfico la Carretera Panamericana por varios días consecutivos, pues, aseguraron, la Ley que reforma el Código Minero es un atentado contra los recursos naturales de las áreas habitadas por esta etnia.

"Como Pastores del Pueblo de Dios, alentamos a que se hagan todos los esfuerzos oportunos para construir una cultura de paz, mediante un diálogo justo, equitativo, constructivo, en actitud de tolerancia frente a las opiniones diversas, y que se fundamente en la defensa irrenunciable de la dignidad de la persona y del bien común", añadió el texto de los prelados panameños.

Los nativos Ngäbe Buglé se oponen a la explotación de la mina de Cerro Colorado, situado en su comarca, por el riesgo de contaminación de los acuíferos, la deforestación y el temor a ser desplazados de sus tierras; mientras tanto el gobierno afirmó que las reformas lo único que buscan es hacer más competitivo el sextor, subiendo las regalías por extracción de cobre, oro y plata, impidiendo la minería ilegal y subiendo las fianzas de las concesiones por explotación.

El conflicto ya se ha cobrado la primera víctima indígena, que murió en un accidente en la carretera bloqueada. El gobierno del presidente Ricardo Martinelli, objeta que las movilizaciones tienen, detrás de ellas, intereses políticos.

Mientras tanto, los obispos fundamentaron su petición de diálogo y el arzobispo metropolitano de Panamá, monseñor Juan Domingo Ulloa, precisó que, si es necesario, la Iglesia podría mediar en este conflicto.

Previamente, los ngöbes habían solicitado la mediación de la CEP y que ésta buscara el que se apruebe una ley que prohíba la minería en la comarca Ngöbe Buglé, recalcando su demanda de derogación de las reformas aprobadas recientemente.

Mientras, portavoces de la presidencia de Panamá aseguraron que el Gobierno analizará el ofrecimiento de la Iglesia, mas no adelantaron cuándo se decidiría al respecto.