JERUSALÉN, miércoles 30 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Desde el pasado lunes 29 de marzo, se está celebrando en Jerusalén el décimo encuentro de la Comisión bilateral que reúne a representantes de la Santa Sede y del Gran Rabinato de Israel, para hablar sobre liderazgo espiritual hoy.
Por parte católica participan los miembros de la Comisión de la Santa Sede para las relaciones religiosas con el judaísmo, entre quienes están los cardenales Jorge Mejía y Peter Turkson, el patriarca de Jerusalén, monseñor Fouad Twal, y su vicario, monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo, además de reputados teólogos como el arzobispo de Chieti, monseñor Bruno Forte, Francesco Fumagalli.
Por parte judía participan el rabino jefe, Shear Yashuv Cohen, y los rabinos David Brodman, Ratzon Arussi y David Rosen.
El encuentro ha sido acogido por la Fundación Konrad Adenauer, y lleva por título «El desafío de la fe y el liderazgo religioso en una sociedad secularizada».
Monseñor Forte introdujo los trabajos de la parte católica con una reflexión sobre la crisis del liderazgo en las sociedades modernas, proponiendo una respuesta desde la comprensión del liderazgo que Moisés ejerció ante el pueblo de Israel.</p>
Para el teólogo, el hombre moderno tiene como ideal la “emancipación”, el sueño que empuja al hombre moderno a rechazar toda paternidad, como sinónimo de “dependencia”, y por tanto a rechazar a Dios.
Pero este sueño, afirma, ha desembocado en las ideologías totalitarias que “pretenden edificar una “sociedad sin padres”: precisamente a causa de su ambición total, la ideología se vuelve violenta. El sueño de totalidad se hace inexorablemente totalitario”.
“La moderna ‘sociedad sin padres’ no genera hijos más libres y más iguales, sino que produce dependencias dramáticas por aquellos que de vez en cuando se ofrecen como los ‘subrogados’ del padre: el ‘jefe’, el ‘partido’, la ‘causa’ se convierten en los nuevos amos, y la libertad prometida y soñada se resuelve en una masificación dolorosa y gris, sostenida por la violencia y el miedo”.
“Si buscamos en la Biblia un modelo de líder religioso que corresponda a las expectativas emergentes de la crisis de la llamada ‘sociedad sin padres’ – apuntó monseñor Forte –, está la figura de Moisés”.
De la figura de Moisés, el teólogo destacó que es “el hombre de la intercesión y de la responsabilidad, el hombre de la Palabra, que sufre por amor a su pueblo y por amor a su Dios, en un continuo éxodo vivido en la esperanza hacia la tierra de la promesa de Dios”.
Las características de un auténtico “líder” religioso, válidas también en la sociedad secularizada, afirmó, son: “ser llamado por Dios, responder con una fe total, amando a su pueblo y escuchándolo, diciendo siempre las palabras de Dios a todos, sin miedo”.
Debe ser, concluyó, “un hombre libre y valiente, que conjuga la autoridad con la disponibilidad a escuchar a todos, que está dispuesto al diálogo pero que obedece solamente a Dios, siempre y sin condiciones”.