MADRID, lunes 22 de agosto de 2011 (ZENIT.org).- La elección de Rio de Janeiro como sede de la Jornada Mundial de la Juventud en el año 2013 supone “un gran reto” pero también “un momento muy especial para la Iglesia en Brasil”.
Así lo afirmó monseñor Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro, en una rueda de prensa celebrada ayer por la noche en Madrid, para informar sobre la elección del Papa de esta ciudad brasileña como sede de la próxima JMJ.
En ella estuvieron presentes el cardenal Raymundo Damasceno Assis, presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos de Brasil (CNBB), y el presidente de la Comisión Episcopal para la Juventud, monseñor Eduardo Pinheiro, obispo auxiliar de Campo Grande.
Monseñor Orani, tras mostrar su gratitud al Papa por confiar a Río de Janeiro y a Brasil el “gran desafío” de acoger la JMJ, explicó que en breve entrará en contacto con el Pontificio Consejo para los Laicos, para iniciar los preparativos.
El arzobispo adelantó que la JMJ se realizará a finales del mes de julio (tiempo de vacaciones escolares en Brasil), y afirmó esperar, desde ahora, el anuncio por parte del Papa del tema de la próxima JMJ.
Monseñor Orani explicó que en 2013, en el tiempo de Cuaresma, la Iglesia en Brasil realizará su anual Campanha da Fraternidade sobre el tema de la Juventud. “Será un tiempo de fortalecimiento de la conciencia de los jóvenes en la nueva evangelización lanzada por la Iglesia, y un momento de preparación para la JMJ.
Continente
Por su parte, el presidente de la CNBB, el cardenal Raymundo Damasceno, afirmó que la buena organización de la Iglesia en América Latina, por medio del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), facilitará trabajar en conjunto para poder traer el mayor número posible de jóvenes del continente a la JMJ de Río.
“Trabajaremos como Conferencia en unión con el CELAM, para que colabore en la organización de la Jornada, de modo que se reúna mucha más gente y muchos más países”, dijo.
El cardenal Damasceno considera que el trabajo preparatorio será intenso, pues la JMJ se ha adelantado en un año por causa de la Copa del Mundo de Fútbol, que el Brasil acogerá en 2014.
“Tenemos un año menos para preparar la Jornada, esto significa un trabajo más intenso porque no tenemos tiempo que perder”, afirmó.
El cardenal Damasceno recordó que América Latina es el continente con mayor número de católicos, el 47%, y aseguró que la JMJ “traerá muchos frutos, no solo para los jóvenes de Brasil, sino para todo el continente.
Por su parte, el presidente de la Comisión para la Juventud, monseñor Pinheiro, calificó como “un momento muy especial para la Iglesia en Brasil’ la elección de Río de Janeiro para recibir la JMJ.
“La Jornada en Río mostrará una Iglesia viva, creativa, en parte por causa de los jóvenes. La juventud brasileña, con su creatividad, hará que tengamos una bonita Jornada para todo el mundo”, dijo.
Expectativa
Los obispos añadieron que, por parte del Gobierno brasileño, en sus tres esferas (Federal, Estatal y de Prefectura), tiene mucha disposición para acoger el evento, el mayor del mundo para la juventud católica.
Aunque no quisieron arriesgar una cifra aproximada de participantes, monseñor Pinheiro sí explicó que la CNBB hará “un proyecto amplio, considerando el antes, el durante y el después de la Jornada.
“Les proyecto tendrá una dirección misionera, como la pre jornada, que deberá consistir en una semana misionera, y la peregrinación de la cruz, que deberá ser acogida por las diócesis con espíritu misionero”, dijo.
Los obispos aseguraron que la Jornada en Río encontrará “una América Latina cambiada. Para el cardenal Damasceno, a pesar de las mejoras, la realidad aún es de concentración de las riquezas y de aumento de de la miseria.
“La globalización provoca como consecuencia la uniformización de la cultura y se pierde la identidad cultural”, dijo el cardenal. Monseñor Pinheiro, a su vez, destacó la presencia y la influencia de los medios de comunicación en la vida de los jóvenes.
“Vivimos el gran desafío de ayudar a los jóvenes en esta cultura mediática”. Para él, 2013 “será el año de la juventud en Brasil”.
La JMJ de Río de Janeiro será la segunda Jornada que se celebra en América del Sur. La primera fue en 1987, en Buenos Aires (Argentina).