ROCCA DI PAPA, domingo 1 abril 2012 (ZENIT.org).- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río 2013 será la primera que se realice en portugués y marcará también el regreso de la JMJ a América Latina después de 26 años (Buenos Aires, 1987).
El pasado viernes, monseñor Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro, presentó a los líderes de la pastoral juvenil de todo el mundo su ciudad para la JMJ, asegurando que será "una reunión donde la fe tendrá un gran espacio en el corazón de la gente." El arzobispo anfitrión pidió que todos oren por la JMJ de Río y contó que en su catedral, cada segundo viernes del mes, hay una vigilia de oración desde las 22 horas hasta las 6 de la mañana.
Esta segunda jornada del evento, coordinada por el responsable de la sección Jóvenes del Pontificio Consejo para los Laicos, padre Eric Jacquinet, continuó con el discurso del obispo Eduardo Pinheiro da Silva, presidente de la Comisión Episcopal de Juventud de la Conferencia Episcopal del Brasil, quien ha descrito la organización del departamento que preside con la peregrinación de la Cruz y el Icono de María --que está dando grandes resultados--, sino también con una preparación espiritual para toda América Latina a través del CELAM.
Los temas de la preparación espiritual para la JMJ fueron profundizados posteriormente por el padre Carlos Savio, del Comité de Juventud de la Conferencia Episcopal del Brasil, quien habló de los tres aspectos de este viaje: la celebración, la educación y la acción social.
En la sesión de la tarde, el padre Joel Portella Amado, director ejecutivo de la Jornada Mundial de la Juventud, presentó el equipo del comité organizador local, quienes se ocuparán de los asuntos de organización práctica: la inscripción de los participantes, los visados de entrada, la gestión de las comidas, la red de transportes, las relaciones internacionales para cuestiones de seguridad, entre otros temas que allí se discutieron.
Y como la JMJ no se puede organizar sin la plena cooperación y sensibilización de toda la sociedad, fue de gran importancia escuchar a Sérgio Cabral Filho, gobernador del estado de Río de Janeiro y a Eduardo da Costa Paes, alcalde de la ciudad, acompañados por Almir Franco De Sá Barbuda, embajador del Brasil ante la Santa Sede.
Hacia el final del evento
El sábado, tercer día del encuentro --al que asistieron cerca de 300 líderes juveniles de 99 países y 45 movimientos y asociaciones--, se planteó la cuestión de la formación cristiana de los jóvenes. El informe principal del día fue asignado al padre Fabio Attard, director general de la pastoral juvenil salesiana, fundador y director del Instituto de Formación Pastoral de la archidiócesis de Malta y autor de varias publicaciones referidas a los jóvenes.
Finalmente, las palabras de clausura estuvieron a cargo del cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, que resumió el trabajo realizado en estos días diciendo: "Lo que nos importa son los jóvenes: nuestra tarea es responder con eficacia al grito ‘Iglesia ¿dónde estás?’ y la respuesta a esta pregunta lo hace la evangelización, la nueva evangelización, la formación".
"Y ahora, dijo el cardenal, todos los caminos conducen a Río de Janeiro".
Como conclusión del encuentro, los participantes asistieron este domingo en la mañana a vivir la XXVII Jornada Mundial de la Juventud con el santo padre y la diócesis de Roma en la plaza de San Pedro, a la espera de encontrarse todos nuevamente en Río 2013.