Por Maria Emília Marega
CIUDAD DEL VATICANO, lunes 8 octubre 2012 (ZENIT.org).- Tras la concelebración de inauguración del sínodo sobre “La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, monseñor Benedito Beni dos Santos, de la diócesis de Lorena, Brasil, afirmó que la nueva evangelización “es una nueva forma de misión en la Iglesia”. Sobre la realidad de su país reveló que existe un florecer vocacional. Por ello, piensa que están preparados para contribuir a la misión de la Iglesia en Europa.
Monseñor Benedito Beni dos Santos, obispo nombrado por el papa para representar a Brasil en la Asamblea, conversó con ZENIT, nada más terminar la ceremonia de apertura del sínodo.
¿Cuál es la aportación de la Iglesia de Brasil a este Sínodo?
–Mons. Beni: La Nueva Evangelización camina en Brasil de un modo especial a través de la Misión Permanente de la Iglesia y de las nuevas comunidades y movimientos. Creo que este Sínodo reunirá todas las experiencias de Nueva Evangelización que ya existe en la Iglesia y proporcionará al santo padre un material amplio y profundo, para que pueda elaborar en su carta postsinodal un proyecto de Nueva Evangelización.
¿Cómo será su participación durante la Asamblea?
–Mons. Beni: Cada obispo presente en el sínodo hace una intervención que debe durar unos cinco minutos en la Asamblea General. Luego, hay una aportación que cada obispo hace en la reflexión por grupos lingüísticos. En mi intervención pretendo mostrar que la Nueva Evangelización es una forma de misión en la Iglesia, por tanto, no implica a un grupo de especialistas sino a todos los bautizados. También me propongo mostrar que la Nueva Evangelización ya camina en América Latina, a través de la Misión Permanente, y en Brasil mediante los movimientos y nuevas comunidades, sobre todo.
¿Cuál es el papel del laico en el contexto de la Nueva Evangelización?
–Mons. Beni: Los laicos ejercen un protagonismo en la Nueva Evangelización, basta recordar que los laicos están comprometidos en la Misión Permanente de la Iglesia, los laicos son miembros de los movimientos y nuevas comunidades. Hay espacios en la sociedad a los que el obispo no logra llegar, ni el sacerdote, pero los laicos están presentes en el día a día, a través de su trabajo, de sus actividades.
¿Como se da este protagonismo en la práctica?
–Mons. Beni: En primer lugar, en cuanto a testimonio del Evangelio, los laicos ya evangelizan todos los espacios de las ciudades. Está claro que un proyecto de Nueva Evangelización debe ser una cosa planificada, debe incluir la preparación de los laicos para que puedan ejercer la misión de la Iglesia. Sobre todo, la familia tiene un papel muy importante en la evangelización. Los padres son los primeros evangelizadores de los hijos, por tanto, el padre y la madre necesitan ser catequistas. La familia debe también ser evangelizadora de otras familias.
La preparación del laico…
–Mons. Beni: La Iglesia ha trabajado mucho en ese sentido, pero creo que el Sínodo aportará una nueva contribución en el plano teórico y en el de la experiencia, la vivencia. Brasil también se está preparando bien para el Año de la Fe, sobre todo se está difundiendo mucho la doctrina del Concilio Ecuménico Vaticano II.
El Concilio Vaticano II…
–Mons. Beni: El Concilio Ecuménico Vaticano II fue realizado para la renovación de la Iglesia y esa renovación no se hace en 50 años, se necesitan muchos años; por tanto, doy fe de que volver al espíritu y la enseñanza del Vaticano II en este momento es muy importante para toda la Iglesia, y el catecismo es uno de sus frutos principales.
El Catecismo de la Iglesia Católica…
–Mons. Beni: El catecismo no es simplemente un libro religioso, ni un manual de teología. El catecismo es el documento de la fe, muestra aquello que la Iglesia cree y aquello que cada uno de nosotros debe creer porque nuestra fe es transmitida por la Iglesia; está hecho de tal modo que motiva a la persona a vivir la fe. El conocimiento del catecismo de la Iglesia católica es uno de los objetivos del Año de la Fe y contribuirá mucho en la profundización y el fortalecimiento de la fe y también a que la Iglesia pueda cmplir bien su misión de evangelizar.
Dicen que ha llegado el momento de que América Latina evangelice a Europa. ¿Qué podría decir de esa afirmación?
–Mons. Beni: Está claro que la evangelización necesita agentes y en América Latina tenemos a mucha gente trabajando en la evangelización. Hay un florecimiento de las vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa, las nuevas comunidades y movimientos. Mientras tanto, Europa está en medio de un proceso muy grande de secularización, las vocaciones se están volviendo raras. Doy fe de que en este sentido misionero, de traer a Europa misioneros laicos, consagrados, e incluso presbíteros, América Latina puede contribuir a la misión de la Iglesia en Europa.