Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, sábado 27 octubre 2012 (ZENIT.org).- La lista final con las 57 proposiciones votadas por los participantes en el XIII sínodo de obispos sobre la ‘Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe’ fue presentada hoy en la sala de prensa de la Santa Sede por cardenal arzobispo de Washington, Donald William Wuerl; y por dos arzobispos, el francés Pierre-Marie Carré y el polaco Józef Michalik, presidente de la Conferencia Episcopal de su país.
El padre Federico Lombardi indicó que ésta mañana en el sínodo, Benedicto XVI hizo un pequeño discurso improvisado si bien muy significativo, en donde anunció dos decisiones sobre las cuales el portavoz anticipó: “pasar la competencia de los seminarios de la Congregación de la Educación Católica a la Congregación del Clero; y la competencia sobre la catequesis, de la Congregación para el Clero al Pontificio Consejo de la Nueva Evangelización”.
El papa además “expresó sus mejores deseos a los futuros cardenales que serán elegidos en el consistorio de febrero –dijo el padre Lombardi- en el contexto de la nueva evangelización, de la universalidad de los pueblos y no de un sólo continente». Añadió que el santo padre expresó sobre el sínodo que es edificante ver en el mismo un espejo de la Iglesia católica con sus dificultades y alegrías. Y que si bien existen vientos contrarios, se siente en la Iglesia el viento del Espíritu Santo. Estamos nuevamente en camino con nuevo entusiasmo.
En el pasado, indicó el portavoz vaticano, las proposiciones no eran publicadas, pues son un texto consultivo, “entretanto el papa quiso que se publicaran aunque no como un documento oficial sino oficioso”.
El cardenal Donald William Wuerl consideró muy positivo el sentido de unidad que distinguió los trabajos del sínodo y que la Iglesia se está moviendo, afrontando las varias cuestiones ante este mundo así secularizado y complejo. Reivindicó el sentido de misión que se ve en las proposiciones, las cuales indican qué dirección tomar.
El arzobispo de Montpellier por su parte indicó que la nueva evangelización cubre todos los campos de la existencia humana, y habló del aporte que el sínodo tuvo de los interlocutores de los diversos continentes. Quiso subrayar entretanto que el tema central fue la fe, y que el motivo no fue porque haya secularización o laicismo, sino porque Jesucristo mandó a predicar el evangelio.
El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, en cambio indicó que la asamblea tuvo el coraje de hacer el análisis, y de no escaparse ante las dificultades que fueron presentadas. Recordó que participaron huéspedes, como el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, y el primado de la Iglesia anglicana, quienes expresaron opiniones muy positivas sobre el Concilio Vaticano II, y que apoyaron la iniciativa de una nueva evangelización.
Monseñor Michalik recordó además a los expertos que trabajaron en este campo, y citó a los movimientos Camino Neocatecumenal y de los Focolares. Después del sínodo, dijo, mi impresión es la de haber cursado en una escuela muy sólida y de gran valor.
En las respuestas, el arzobispo estadounidense dijo que, vista la variedad de las proposiciones, no se puede hablar de un hilo conductor entre todas ellas. Si bien queda claro lo que es la nueva evangelización y la describe. Cómo es y se relaciona con nuestra cultura, la dificultad de la inculturación y el contexto del laicismo. También los lugares en los que se desarrolla y quiénes son los nuevos evangelizadores.
“Los nuevos evangelizadores somos todos nosotros –dijo- religiosos, laicos, todos. Hay una proposición en la conclusión de las mismas: tu serás mi testimonio, como indica la proposición número 57”.
El arzobispo de Washington respondiendo a otra pregunta precisó que la nueva evangelización no es un programa sino una dimensión misionera permanente.
Monseñor Carré recordó que sobre los jóvenes el sínodo se concentró mucho. Que es necesario llegar a los jóvenes para que ellos sean testigos ante otros jóvenes. A lo que el arzobispo Michalik añadió experiencias que vio: “Los jóvenes empiezan juntándose, después llega la profundización de la fe y llegan las conversiones. Se necesita radicalidad cristiana con amor y paciencia. Testimoniando creer sin imponer”. El cardenal arzobispo de Washington se sumó al tema, recordando “los grupos de jóvenes adultos que vinieron a Roma para contribuir, muy abiertos al evangelio y a lo que la Iglesia quiere decir”.
ZENIT preguntó sobre la ‘via pulcritudinis’, y si la discusión sobre la transmisión de la fe, del nivel intelectual debe llegar a los corazones. El cardenal estadounidense consideró que por ello es necesario el diálogo de la Iglesia con el mundo intelectual, académico, civil, etc, que fue muy claro en este sínodo. Y que es necesario transmitir el lenguaje de la belleza de la mejor manera para un mundo en el que los jóvenes tienen buenas tecnologías.
El arzobispo de Polonia invitó también a predicar no solamente la misericordia de Jesús, sino también la belleza del evangelio y recordó el aporte del arte, de la literatura y el rol de las iglesias. Criticó de paso la construcción de diversas estructuras arquitectónicas sacras que no reflejan esto.
El arzobispo francés al concluir, subrayó que cuando se piensa a algo bello la gente cree que tiene que ser costoso, mientas que la belleza de Dios puede estar presente también en la pobreza, «en este encuentro con Cristo que es personal y para el cual podemos ayudar creando los medios adecuados».
El cardenal Wuerl, recordó que además la Iglesia tiene una historia fantástica, así como la historia de Jesús, y manifestó su deseo «que ustedes puedan introducir esto al mundo».