La Orden de Malta, es una de las pocas órdenes de caballería nacidas en la Edad Media, caracterizada por una función hospitalaria y que sigue siendo a la vez religiosa y soberana. Su nombre completo es “Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta”.
Sus principios fundacionales se concretan a través del trabajo de sus voluntarios, en estructuras asistenciales, sanitarias y sociales. En nuestros días la Orden está presente en más de 120 países con sus propias actividades médicas, sociales y asistenciales.
Hoy en la Asociación de Prensa Extranjera en Roma, la Orden de Malta presentó la semana de celebraciones que inicia este miércoles en Roma, y que tendrá su momento auge el sábado con una misa celebrada en San Pedro por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede y a continuación con la audiencia en la que encontrarán a Benedicto XVI.
El número dos de la Orden, el gran canciller Jean Pierre Mazery, jefe del Ejecutivo y Ministro de Exteriores de la soberana Orden, le explicó a ZENIT: “En nuevo siglos de historia hemos tenido un rol importante en innumerables eventos, muchas veces dramáticos. Hoy celebramos y miramos al presente y al futuro, reafirmando nuestra fidelidad a la antigua misión de servicio a los pobres y a las personas que sufren en los diversos continentes”.
¿Por qué se eligió esta fecha para la celebración?
–Jean-Pierre Mazery: Porque son los 900 años de la bula del papa Pasquale II, la Pie Postulatio Voluntatis del 15 de febrero de 1113, que ponía a la Orden bajo la protección de la Santa Sede.
¿Cuál es su misión en la Iglesia?
–Jean-Pierre Mazery: De acuerdo con los principios que inspiraron a nuestra Orden, debemos dar testimonio de la fe y servicio a los pobres y a quienes sufren, sin distinción de raza, religión o proveniencia.
¿Por qué una cumbre por los 900 años de la orden?
–Jean-Pierre Mazery: Hoy además de celebrar nuestra historia miramos al presente y al futuro: a nuestros proyectos humanitarios y de asistencia médico-sociales que van cada día a remediar necesidades de hombres y mujeres afectados por guerras, calamidades y epidemias.
¿Puede indicar algunos números relativos a su trabajo?
–Jean-Pierre Mazery: En el plano operativo la Orden de Malta es una red global, compleja y articulada de intervención y de asistencia médica, social y humanitaria, constituida por unos 13.500 miembros, ochenta mil voluntarios y más de veinticinco mil médicos, enfermeros y auxiliares paramédicos.
La Orden gestiona directamente veinte hospitales, miles de centros médicos, 33 cuerpos de voluntarios, y 110 casas de reposo para ancianos. Los programas se desarrollan en autonomía en 120 países del mundo, o dentro de acuerdos con gobiernos y agencias internacionales. Actualmente la Orden tiene relaciones diplomáticas bilaterales con 104 Estados.
¿También en los países en vías de desarrollo?
–Jean-Pierre Mazery: Ayudamos también a quienes están probados por la pobreza o el subdesarrollo, también en Occidente debido a la crisis financiera. En todas partes operamos y somos constructores de paz. Pienso en los diez centros médicos que gestionamos en el Líbano, junto con personas de otras confesiones religiosas, así como al hospital de la Maternidad de Belén, en el cual nacieron desde 1990 más de 57.000 niños.
¿La bula papal Pie Postulatio Voluntatis qué significó para su Orden?
–Jean-Pierre Mazery: Gracias a este privilegio solemne que concedió el papa Pascual II, y cuya bula se conserva en los archivos nacionales de Malta, la Soberana Orden es desde hace 900 años una orden religiosa laical. Este documento puso a los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén bajo la protección de la Iglesia, y le garantizó el derecho de elegir libremente a sus autoridades.