El santo padre ha recibido esta mañana en audiencia al presidente de la República de El Salvador, Carlos Mauricio Funes Cartagena en el Palacio Apostólico Vaticano.

Sucesivamente, el presidente se ha encontrado con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, a quien acompañaba el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las relaciones con los Estados.

En un comunicado del Vaticano han informado que durante el encuentro se ha expresado la "satisfacción por las buenas relaciones entre la Santa Sede y el Estado salvadoreño". Además "se ha hablado en particular, de la figura del Siervo de Dios, monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador y sobre la importancia de su testimonio para la entera nación". El arzobispo Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la misa, y su proceso de beatificación está en marcha.

También se ha manifestado aprecio por la "contribución que la Iglesia ofrece para la reconciliación y la consolidación de la paz, al igual que en los sectores de la caridad, la educación, la erradicación de la pobreza y de la criminalidad organizada".

Asimismo, se han abordado algunos temas de carácter ético como "la defensa de la vida humana, del matrimonio y de la familia".

Funes ha regalado al papa un relicario dorado en forma de cruz, que contiene un trozo de la sotana que llevaba Romero el día que fue asesinado por un francotirador mientras celebraba la misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia. El relicario, tal y como ha explicado el presidente, es obra de las Hermanas de ese hospital. El papa ha obsequiado al presidente Funes con tres medallas del pontificado.