Los obispos ortodoxos secuestrados en Siria el mes pasado se encuentran "en buen estado de salud", aunque no hay noticias sobre su paradero, informó a la prensa el sábado en Estambul el delegado de la oposición Abdul Ahad Steipho, según ha informado el periódico The Daily Star de Líbano.

En el artículo informan de que "hace dos o tres días, un médico visitó a los dos obispos. Se encuentran en buen estado de salud", afirmó Steipho, miembro de la Coalición Nacional de la oposición y de su comité encargado de hacer seguimiento de los secuestros.

Steipho añadió que los intentos de su comité para entrar en contacto telefónico directo con los secuestradores o los obispos han fallado hasta ahora. "Estamos recibiendo una gran cantidad de información contradictoria sobre la identidad de los secuestradores y sus demandas de rescate", dijo.

"Estos secuestros a veces se llevan a cabo por bandas criminales... otras veces por el régimen (del presidente Bashar al-Assad) y en ocasiones por las brigadas del ejército sirio libre, que utilizan los secuestros como una forma de intercambio de prisioneros ", añadió Steipho.

También informó de que "los dos obispos son muy conocidos en Siria por su labor humanitaria y su defensa de la convivencia pacífica entre los grupos religiosos en la sociedad siria".

Así mismo matizó que su secuestro "envía una señal a los cristianos en Siria y otros países de Oriente Medio... Por estas razones queremos garantizar que sean liberados".

Los dos obispos, Yohanna Ibrahim y Boulos Yaziji, fueron secuestrados a finales del pasado mes de abril cerca de Alepo, una ciudad situada al norte de Siria.

Hasta el momento ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del secuestro, pero fuentes cercanas a la Iglesia ortodoxa griega y las autoridades sirias han afirmado que los secuestradores podrían ser "yihadistas chechenos".

Tal y como menciona la noticia publicada en The Daily Star, los cristianos constituyen entorno al 5% de la población de Siria, un mosaico de grupos étnicos y religiosos. Grupos de derechos humanos han afirmado que los cristianos son especialmente vulnerables en la actual situación de Siria desde el estallido del conflicto en marzo de 2011, que hasta ahora le ha costado la vida a unas 90.000 personas.