La comunidad de la capilla Sagrada Familia de Maipú se acercó multitudinariamente a la misa del domingo. Los fieles llenaron el templo hasta las puertas que tuvieron que permanecer abiertas para acoger a las familias que con alegría se agolparon para compartir con monseñor Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, que presidió la eucaristía en el día de la Santísima Trinidad. La misa fue concelebrada por el padre Marek Burzawa MSF, vicario para la Familia, y el padre Jorge Laplagne, párroco de Cristo Resucitado.
“Hoy se celebra la fiesta de la Santísima Trinidad, que es un misterio del que escuchamos desde que somos niños. Cada día los jóvenes, adultos y ancianos se persignan en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La Trinidad es el misterio más importante de nuestra fe, su profundidad y riqueza está en que nos muestra que Dios no es solo, porque ser solo significa ser tristes, por eso es tres personas. Dios es familia, es la primera familia de todo el universo”, dijo monseñor Paglia al comienzo de su homilía.
La eucaristía estuvo marcada por la alegría de la comunidad y de monseñor Vincenzo Paglia, quien durante su homilía destacó la importancia de formar familia: “La Trinidad ha creado el mundo desde el amor, para ser una sola cosa, sin división. Cuando actuamos desde el individualismo nace la indiferencia, las murmuraciones, la envidia, en definitiva el conflicto. La Biblia afirma que el hombre ha sido creado a imagen de Dios, lo que significa que hemos sido creados a imagen de la Trinidad. Tenemos que ser familia, amarnos e interesarnos los unos por los otros. Dios nos ha creado a todos, y no a un solo hombre, para que seamos una gran familia”, dijo, y agregó, “no tenemos un Dios lejano y frío, sino uno que es Padre, a la vez es un hermano como Jesús, y es el calor de amor de Espíritu Santo. Por eso nuestra parroquia es la familia de todas las familias, y por lo mismo la Iglesia es muy grande, no es un cuarto pequeño”.
Al término de su reflexión el presidente del Pontificio Consejo para la Familia invitó a la comunidad de la Capilla Sagrada Familia a cultivar la vida de hogar y a orar para que se consolide el modelo de Nazaret en sus vidas, “quiero que esta parroquia sea en este barrio la imagen de una familia como la de Dios, que introduzcan el ejemplo de Nazaret en su vida, ese es mi deseo”.
Además de la alegría y simpatía de monseñor Paglia, y de su mensaje esperanzador en relación a la familia, la eucaristía estuvo marcada por la solemnidad. A la cita asistió el alcalde de Maipú, Christián Vittori Muñoz, que recibió un regalo del presidente del Pontificio Consejo para la Familia. El padre Jorge Laplagne, párroco de Cristo Resucitado, también recibió un presente del obispo.
A la salida del templo todos los fieles querían saludar a monseñor Paglia, que se dio el tiempo para bendecir a todos los que se acercaban.