La Iglesia destinó 49 millones de horas al servicio de la sociedad española en 2011. Además, en sus 7.743 centros asistenciales fueron atendidas 4,3 millones personas. Una ingente labor evangelizadora y socio-caritativa valorada en unos 1.957 millones de euros, según cálculos de la propia Conferencia Episcopal Española (CEE).
Para desarrollar todas sus actividades, sin embargo, ese año las diferentes instituciones eclesiales emplearon sólo 818 millones de euros. Estaríamos hablando de un ahorro cercano a los 1.139 millones de euros. Y es que, por cada euro que se invierte en la Iglesia rinde como 2,39 euros en su servicio equivalente en el mercado. Son datos de la Memoria justificativa que presentaron esta mañana los obispos.
Este detallado informe, de 57 páginas, recoge también como más de diez millones de personas asistieron regularmente a misa en 2011. Y en las 22.842 parroquias, repartidas por la geografía española, se celebraron más de nueve millones de eucaristías. Asimismo, hubo 292.143 bautizos, 250.916 primeras comuniones, 109.275 confirmaciones, 67.313 bodas y se oficiaron 386.017 exequias. Para toda esta enorme tarea, la Iglesia contó con 59.882 religiosos, 19.621 sacerdotes y 85.751 catequistas.
En el apartado de gastos, las diócesis tuvieron que invertir 36,8 millones de euros en construir nuevos templos y 60,7 millones en rehabilitar los existentes. En cambio, los 2.465 centros católicos concertados supusieron un ahorro para la Administración de 4.091 millones de euros. El coste por alumno y año en un centro concertado asciende a unos 2.000 euros, una cantidad que se elevaría casi al doble en los centros públicos, según señala el documento de la CEE. En los citados centros escolares trabajan 120.196 personas, de las que 97.435 son docentes (6.485 religiosos) y cursan sus estudios 1,4 millones de alumnos. La Iglesia participa también en 14 universidades de inspiración católica en las que estudian 78.471 alumnos.
En función de los acuerdos suscritos en 1979, el Estado se compromete a colaborar con el sostenimiento de la Iglesia mediante un sistema de asignación tributaria. Por este motivo, a través de la casilla de la Renta destinada a los fines de la Iglesia, ésta recibió de los españoles 253,1 millones de euros en 2011. Las declaraciones a su favor fueron 7.357.037 (un 34,83% del total).
De ese importe, la Iglesia dedicó 9,3 millones a compensar la eliminación de la exención del pago del IVA; 6,1 millones de euros a pagar la campaña publicitaria X Tantos, y otros cuatro millones a Cáritas. El resto, 233,7 millones de euros, fue a parar al Fondo Común Interdiocesano (FCI), un sistema de reparto de los recursos entre las diócesis. Una parte de ese dinero fue gestionado directamente por la Conferencia Episcopal Española (33,3 millones de euros). Es decir, aquellas partidas relacionadas con el pago de la Seguridad Social de los obispos y sacerdotes (18,9 millones de euros), centros de formación como la Universidad Pontificia de Salamanca (5,7 millones) o los gastos propios para el funcionamiento de la CEE (2,6 millones). La diferencia, 197,7 millones, se distribuyeron a las diócesis en función de sus necesidades.
Por otra parte, el episcopado español se ha adelantado a la Ley de Transparencia propuesta por el Ejecutivo y, por primera vez, ha encargado una auditoría externa a la prestigiosa auditora internacional Price Waterhouse Cooper.
Para saber más: http://www.conferenciaepiscopal.es/images/stories/comisiones/economia/2011MemoriaJustificativa.pdf.