Los obispos católicos de Quebec se pronunciaron este jueves contra un proyecto de ley del gobierno de la provincia que sería, en caso de aprobarse, la primera en Canadá en autorizar implícitamente la eutanasia.
El texto presentado el miércoles por el gobierno independentista de Quebec propone una «ayuda médica a morir», sin utilizar nunca el término «eutanasia».
Este proyecto «tiende a asegurar la aplicación de cuidados paliativos, iniciativa de la que nosotros nos alegramos», declaró el presidente de la Asamblea de Obispos Católicos de Quebec, monseñor Pierre-André Fournier, en un comunicado.
«Sin embargo, hay lugar para inquietarse cuando una manera de provocar intencionalmente la muerte es considerada como un cuidado y cuando es reivindicada como un derecho», añadió.
Los obispos juzgan «legítimo rehusar los tratamientos que no hacen sino prolongar el sufrimiento, rehusar el encarnizamiento terapéutico que no hace sino prolongar el procesos de muerte (o) consentir la sedación paliativa administrada en principio para reducir el dolor y no para provocar la muerte».
Sin embargo, «afirmamos también que hay límites a esta autonomía si se la invoca para dar o darse la muerte. El respeto a la dignidad humana implica en primer lugar el respeto a la vida humana», insisten.
«Etiquetar la eutanasia es banalizarla», subrayan los obispos.
Para esquivar el derecho penal canadiense, que hace ilegal el sucidio asistido, el gobierno quebequés, pretende transmitir al ministerio público una directiva requiriéndole no lanzar procesos sobre estos asuntos, estimando que se trata sobre todo de una cuestión de salud pública.
El ministro de Justicia de Canadá, Rob Nicholson, indicó que el gobierno federal estudiaría «las repercusiones del proyecto de ley de Quebec sobre la ayuda médica al suicidio y la eutanasia».
El texto es fruto de un amplio consenso entre los partidos políticos y los colegios profesionales de médicos y abogados, las asociaciones contra el cáncer así como coaliciones de usuarios de la red de salud pública de Quebec.