El patriarca de Jerusalén de los Latinos, Fouad Twal, el número uno del patriarcado que cubre Chipre, Israel, Palestina y Jordania, territorio pastoral que depende de la Santa Sede, realizó este sábado 21 de septiembre en Roma, una rueda de prensa informal con un grupo de periodistas vaticanistas.
Una serie de ideas y hechos sobre lo que sucede con los cristianos, poco más de 160 mil, que están viviendo en su territorios, en donde estas “Iglesias del calvario y de la Resurrección” deben dar testimonio. ZENIT estaba allí y le presenta a sus lectores algunas de las ideas expuestas por el patriarca.
“En un Medio Oriente tan complicado, creo la única voz que tiene el coraje de levantarse y decir cómo están las cosas es la Iglesia. Hemos recibido a tantos ministros, presidentes y jefes de estado, que normalmente están alineados de una parte o de otra. Y a veces no es fácil tener una distancia del conflicto para ver como están las cosas y decirlas, y hace falta este coraje” dijo. “En Medio Oriente estamos tan cerca unos de otros que no podemos ser indiferentes de lo que le sucede a los países limítrofes” indicó.
La Jornada de oración y ayuno por la paz convocada por el papa Francisco
Interrogado por ZENIT sobre si ha notado un cambio desde la jornada de ayuno y oración que convocó el papa Francisco, su beatitud no tiene dudas; calificó lo que sucedió después de la jornada como un milagro. “Esto es un milagro. La jornada marca un antes y un después. En el Getsemaní en Jerusalem estaban para rezar todos los cristianos, también los ortodoxos y algunos musulmanes. Antes de la jornada se discutía de qué tipo de guerra hacer, pequeña, grande, limitada o no. Después de la oración, de que tipo de solución diplomática encontrar. En un mismo día ha cambiado el panorama mundial. Gracias al papa Francisco y al ejército de fieles que rezan por la paz”.
El conflicto en Siria
Consideró que hoy, con la intervención de Rusia y de Estados Unidos en el conflicto sirio, “la solución del mismo se ha desplazado afuera de las fronteras de Damasco y que el gobierno Bashar al-Assad aceptaría entrar en diálogo con la oposición siria, pero no con los extremistas de milicias integralistas que allí combaten”.
Sobre la intervención de milicias extranjeras en territorio sirio, el patriarca está seguro incluso porque “en los diarios publicados en Jordania por los grupos salafitas, hacen la apología de la guerra santa y publican los nombres de los jordanos que murieron en Siria, y les califican de mártires”.
Y precisó que “en Siria hay una verdadera guerra en acto y con rebeldes extremistas activos desde hace dos o tres años. El saldo actual del conflicto en Siria es de al menos cien mil muertos y 800 mil desplazados”.
Los refugiados
Su beatitud indicó que en el patriarcado “hemos recibido unos 800 mil refugiados sirios y al final del 2013 llegarán a ser aproximadamente un millón, transformándose en la «tercera ciudad de Jordania». En los campos de refugiados, explicó, no hay infraestructuras para tal cantidad de personas, ni agua y los problemas son de todo tipo, incluso morales. Señaló por ejemplo el calor existente en las carpas, pues debajo del sol y que allí viven familias con niños, pero también la lluvia del desierto y los derrumbes”.
La emigración desde Siria hacia los países vecinos, como en Jordania, indicó su beatitud, “ha producido un aumento de trabajadores sirios y la necesidad de sobrevivir que tienen los refugiados hace que trabajen hasta por la mitad de precio, bajando los sueldos de los trabajadores del lugar y afectando negativamente toda la economía”.
Fouad Twal, indicó que en esta emergencia “el patriarcado ha abierto las escuelas por la tarde para los niños sirios y también los conventos para alojar a los cristianos”. Y subrayó que la Cáritas de Jordania merece una gran felicitación por la labor que está desarrollando y testimonio que está dando.
Primavera Árabe
Una premisa que su beatitud Twal subrayó, es que “en Medio Oriente es muy difícil separar la política de la religión”. Sobre cuál es el modelo que los países de Medio Oriente deben seguir, el patriarca consideró que “no hay uno, y cada país debe crear el suyo”.
“Al inicio la idea de la primavera árabe era muy linda, ¿pero quien nos puede garantizar lo que viene después?” dijo. “Los cristianos somos una minoría y no eran un riesgo para régimen y por lo tanto ellos tenían el favor de los dirigentes”. Reconoció que no existe una misma opinión entre los cristianos sobre el gobierno de Siria: “No es existe una misma opinión en la comunidad cristiana, porque no se puede hablar más de una población cristiana, están dispersos, cada uno trata de salvar lo que puede”.
En Jordania
En Jordania –explicó Twal– el rey no se ha opuesto a las manifestaciones contra el gobierno de Assad, si bien se constata que cuando Assad está fuerte, los musulmanes extremistas se quedan más calmados y cuando más débil, los integralistas manifiestan más. Añadió que la guerra en Siria es una ocasión de oro para los Hermanos Musulmanes, que eran reprimidos por Assad, y que son los más organizados y que quieren hacerse con el poder.
Educación
Sobre las posibilidades que internet abra horizontes, consideró una gran ventaja que los gobiernos no pueden controlar la información, aunque es siempre un arma de doble filo. Pero sí, que el punto fundamental es la educación. Precisó que la Iglesia en Jordania tiene 119 escuelas con 75 mil alumnos de todo tipo de proveniencia y que cuando juegan a la pelota es el mejor sistema de hacerles crear amistad a pesar de las diferencias de origen. Lamentó que la universidad de Belén encuentra dificultad con los alumnos de otras regiones, pues existen fuertes limitaciones de desplazamiento desde los territorios ocupados por Israel.
Territorios ocupados
Sobre la Franja de Gaza, el patriarca definió ese territorio “como una prisión a cielo abierto, en donde los extremistas de Hammas tienen mucha fuerza”. Y que “allí los cristianos son cada vez menos, y lo serán menos aún, de 1400 familias en los últimos años han bajado a unas 400”. Recordó que mientras los occidentales pueden viajar a Jerusalén para rezar, desde los territorios ocupados es muy difícil obtener el permiso. Y concluyó que “la ocupación le hace mal sea a los ocupados que a los ocupadores” y que sería mejor que Israel llegara ahora a una solución que en futuro con el crecimiento demográfico de los palestinos” concluyó.