La religiosa española María del Carmen Gómez Calleja, de la Congregación de las siervas de San José, ha recibido el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013, mientras que el sacerdote Gerald Veilleux ha sido nominado para el Premio Especial otorgado anualmente por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Perú. Ella asegura que su sueño es «que los Awajun Wampis y todo el mundo amazónico nos enseñen el buen vivir. Sería un gran aporte al mundo».
El pasado día 10, los premios han sido entregados con motivo del Día Universal de los Derechos Humanos, como un acto de reconocimiento a aquellos que realizan un trabajo duro en defensa de los derechos fundamentales en Perú. La misionera española trabaja en el Vicariato de San Francisco, en Bagua, en la selva norte de Perú. En una nota enviada a la Agencia Fides informa que «Sor Maria del Carmen se negó a firmar un informe oficial que mostraba irregularidades sobre el conflicto social en Bagua; hoy todavía sigue trabajando para esclarecer los hechos y responsabilidades políticas que dieron origen al conflicto trágico apodado “Baguazo” en el que murieron unas treinta personas».
Desde hace 45 años, la congregación de San José trabaja con a los pueblos indígenas de la Amazonía peruana, en Bagua, y desde entonces está comprometida con la promoción de las mujeres indígenas Awajun. Llegó hace 32 años y desde hace 6 Sor María del Carmen trabaja en esta región. La religiosa considera que su experiencia “forma parte de esta hermosa historia, en la que la mujer Awajún que muestra varias características típicas de la cultura del pueblo indígena de la Amazonía, es ahora una mujer instruida. Las mujeres maestras en nuestro centro educativo fueron primero estudiantes en este lugar, por lo que el contacto con esta cultura es parte de este pueblo”.