El Comité para los Derechos del Niño de las Naciones Unidas ha publicado hoy un informe en el que muestra su preocuación respecto al Vaticano y los casos de abusos sexuales a menores. El documento de la ONU coincide en sus propuestas con las líneas de tolerancia cero ya tomadas por la Santa Sede, y parece desconocer el trabajo que en este sentido ha hecho en los últimos tres años.
El informe además critica la posición de la Santa Sede sobre la homosexualidad, afirmando que contribuye a la «estigmatización social y la violencia en contra de los homosexuales, adolescentes bisexuales y transexuales lesbianas y los niños criados por parejas del mismo sexo». El Comité también instó a que la Santa Sede condene todas las formas de acoso y discriminación y apoyar la homosexualidad .
El informe de la ONU no menciona, sin embargo, la condena de la Santa Sede a la discriminación y la violencia contra las personas homosexuales. El Catecismo de la Iglesia Católica, afirma que si bien «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados» y «cierran el acto sexual al don de la vida», los hombres y mujeres homosexuales «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza».
Otro tema es el del aborto, en el cual el informe invita a la Santa Sede a reconsiderar su posición, como si fuera una cuestión opinable.
La Santa Sede en un comunicado indicó hoy que «reitera su compromiso en la defensa y protección de los derechos del niño, en la línea de los principios promovidos por la Convección sobre los Derechos del Niño y según los valores morales y religiosos ofrecidos por la doctrina católica».
Por su parte el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha asegurado esta mañana que el Vaticano afronta los casos de pederastia en la Iglesia con una «exigencia de transparencia» y recordó la comisión que se ha creado para prevenirlos, informó Iván Vargas de ZENIT, desde el lugar. Las declaraciones del padre Lombardi han sido hoy en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde se encuentra para recibir el premio Bravo.
El informe del comité de la ONU indica: «El Comité está gravemente preocupado por que la Santa Sede no haya reconocido la extensión de los crímenes cometidos, no haya tomado las medidas necesarias para afrontar los casos de abuso sexual a niños y protegerles, y haya adoptado unas prácticas públicas que conducen a la continuación del abuso y a la impunidad de los perpetradores», se lee en el informe de 16 páginas.
En el documento, la ONU pide a la Santa Sede que «retire inmediatamente» a todos los miembros del clero que hayan cometido abusos sexuales a menores, o se tenga la sospecha de ello, y que los entregue a las autoridades civiles, en lugar de moverlos «de parroquia en parroquia».
«Debido a un código de silencio impuesto a todos los miembros del clero bajo pena de excomunión, los casos de abuso sexual a niños rara vez han sido denunciados a las autoridades en los países donde ocurrieron», dice el informe del Comité.
Del mismo modo se pide que el Vaticano abra sus archivos sobre los abusos sexuales a miles de niños para que los presuntos autores y «aquellos que ocultaron los crímenes» puedan ser juzgados.
El informe se ha hecho publico después de que el pasado 16 de enero una delegación vaticana presentara en Ginebra un informe sobre las medidas adoptadas para condenar y prevenir los casos de abusos sexuales y proteger a los menores ante la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU.
Este órgano de las Naciones Unidas se encarga de revisar regularmente la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado de la ONU de 1989, del que la Santa Sede fue uno de los primeros países promotores en 1990. La Santa Sede respondió de su acción ante los expertos de las Naciones Unidas, como el resto de países miembro.
En el comunicado del Vaticano se precisa: «La Santa Sede toma nota de las Observaciones Conclusivas sobre los propios informes, las cuales serán sometidos a minuciosos estudios y exámenes en el pleno respeto de la Convección en los diferentes ámbitos presentados por el Comité según el derecho y la práctica internacional como también teniendo en cuenta el debate público interactivo con el Comité que tuvo lugar el 16 de enero», se lee en el comunicado enviado hoy desde la Oficina de prensa de la Santa Sede.
«La Santa Sede -prosigue el comunicado- se lamenta sin embargo, de ver en algunos puntos de las Observaciones Conclusivas un intento de interferir en la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la dignidad de la persona humana y en el ejercicio de la libertad religiosa».