El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi ha participado este miércoles en la Asamblea de Delegados Diocesanos de Medios de Comunicación Social 2014 que ha organizado la Comisión de Medios de Comunicación Social (CMCS) de la Conferencia Episcopal Española (CEE) del 3 al 5 de febrero en Madrid, y lo ha hecho con una conferencia sobre la actividad comunicativa en el Vaticano.
Durante su intervención, el padre Lombardi ha señalado que la Santa Sede tiene que saber dar respuestas ante "la creciente exigencia de transparencia" por parte de la sociedad. “La Oficina de Prensa es un lugar crucial donde se experimenta la creciente demanda de transparencia sobre la Iglesia y las instituciones vaticanas”, ha destacado.
En esta línea, el portavoz de la Santa Sede ha reconocido que la "presión de los medios de comunicación" ante los escándalos financieros y los abusos sexuales cometidos por miembros del clero han sido "un componente importante de impulso para la revisión de las actividades comunicativas de la Sala Stampa sobre las iniciativas de prevención" tomadas por el Papa sobre estos delitos. Ante esta presión, ha proseguido, la Oficina de Prensa de la Santa Sede se ha comprometido a dar una información "correcta y objetiva".
Con respecto a la filtración de documentos confidenciales por parte de personas de confianza, el sacerdote jesuita ha indicado que "nunca" imaginó que tendría que gestionar la información periodística de un juicio penal en el Vaticano, incluyendo sentencias, un período de reclusión, hasta la concesión de la gracia por el Santo Padre.
Este caso, según ha apuntado el padre Lombardi, generó un "interés grandísimo" y para informar sobre el mismo tuvieron que cooperar directamente con la magistratura vaticana pues la Secretaría de Estado fue "absolutamente discreta" en este punto para no interferir en el proceso.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha asegurado además haber aprendido “lecciones” comunicativas después del 11 de febrero de 2013, cuando renunció Benedicto XVI. Pero también ha recordado que la "triste" experiencia del ‘Vatileaks’ los meses anteriores “en cierto modo” le preparó. “Sentí la necesidad de un vínculo más prolongado e intenso con los periodistas a través de sesiones informativas casi diarias”, ha explicado.
Asimismo, el padre Lombardi ha repasado otros momentos informativos a los que ha tenido que hacer frente en los últimos tiempos, como las reacciones a la conferencia de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, los debates sobre la excomunión de los lefebvrianos y la polémica sobre el uso del preservativo durante el viaje del Pontífice alemán a África.
En esta apuesta por la transparencia en las instituciones del Vaticano, un objetivo en el que trabaja desde el papa Francisco hasta la Secretaría de Estado, "el impulso" del Santo Padre "es muy poderoso" y está ayudando a "vencer las resistencias". Con su popularidad y sus discursos, ha enfatizado el portavoz de la Santa Sede, el Pontífice argentino está propiciando "un clima más favorable" en la opinión pública.
La intención del padre Lombardi, según ha precisado, es que lo que digan en la Oficina de Prensa de la Santa Sede sea "fiable" y "más seguro que lo que dicen otros", aunque ha añadido que han de ser "cautos" antes de contestar y si han cometido un error, "reconocerlo en el menor tiempo posible", en particular, cuando se crean "malentendidos a causa de rumores o informaciones poco fiables".
“Tengo que ser muy realista y concreto. La Oficina de Prensa no debe y no puede ser la única fuente de información del Vaticano. Es normal un pluralismo de voces y fuentes. Me opongo al espíritu del control obsesivo y excesivo”, ha concluido.