Este domingo por la tarde el papa Francisco llegó a la parroquia romana San Tomás Apóstol, situada en el barrio residencial ‘infernetto’ al sur de Roma, casi llegando a la ciudad marítima de Ostia, barrio nacido entorno a los años 50.
El nombre ‘infernetto’ se debe a que en la zona se quemaba leña para hacer carbón. De hecho en el documento de conformación de la parroquia en 1964, prefirieron llamala Castel Fusano, aunque el nombre de ‘infernetto’ le ha quedado como denominación popular. La visita del papa Francisco coincide con los 50 años de la parroquia.
A su llegado el papa encontró a los niños que se están preparando para la primera comunión y la confirmación. Saludó a los fieles en el patio anterior de la parroquia, después a los niños bautizados en los últimos meses en brazos sus padres y a los ancianos. También quiso estar junto a los enfermos y a la Asociación de familias de niños discapacitados.
A continuación, según el programa, el Santo Padre ha confesado a algunas personas. Poco después a las 18 horas, ha celebrado la santa misa con paramentos verdes del tiempo ordinario.
En la homilía el papa Francisco recordó el evangelio del día, subrayando que «quien odia a su hermano lo asesina en su corazón». E invitó a «enteder al propio hermano, a las personas» entoces «se ama porque se perdona y se es paciente». Delante de los fieles que observaban en gran silencio, el papa invitó a pedir al Señor dos gracias: «Qué hay en mi corazón para no engañarme» y «Hacer lo bueno que tenemos en el corazón, y no el mal» y a recordar que hay palabras que asesinan, como matan los malos deseos hacia otra persona». Y concluyó demostrando su asombro cuando escucha a personas que hablan mal de otro porque «como si este pecado hubiera sido quitado de los diez mandamientos». Y si no se logra querer a una persona, invitó a «rezar por ella para que el Señor me haga quererla», porque «lo que ensucia nuestsra vida es lo malo que sale de nuestro corazón».
Siguiendo el programa, antes de entrar en el Vaticano, es el encuentro del Papa con los familiares de los sacerdotes y con el consejo pastoral parroquial.
El papa Francisco ha iniciado en cuanto obispo de Roma una serie de visitas en las parroquias de la ciudad, en particular a las periférias. El 26 de mayo fue en la de Santi Elisabetta e Zaccaria; el 1 de diciembre visitó San Cirillo Alessandrino; el 6 de diciembre, la parroquia de San Alfonso María de Ligorio, con su pesebre viviente; el 19 de enero fue el turno de la iglesia del Sacro Cuore, cerca de la estación Términi, zona central de Roma pero periferia existencial debido al trabajo con inmigrantes y sin techo. Y el 16 de febrero vistitó Santo Tomás Apóstol.
El Pontífice cuando llegó a la parroquia del Infernetto, fue recibido por el párroco Antonio d’Errico, presente allí desde el 2002; por el viceparroco, Pierangelo Margiotta, quien fue ordenado en abril por el papa Francisco, además de un sacerdote de la India, Antony Pinto, que está cursando estudios en Roma.