El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, ha informado hoy que el papa Francisco tramitó el nuevo Documento Nacional de Identidad y el pasaporte de su país a través de una gestión realizada por el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero.
El viernes pasado, Cafiero y el cónsul Juan Antonio Ibañez, junto a personal de la embajada, fueron a la Casa Santa Marta, donde vive el Papa, para que Francisco pudiera hacer el trámite.
El Santo Padre recibirá su nueva documentación en los próximos días en el Vaticano ya que solicitó no gozar de ningún privilegio; sus nuevos documentos se realizaron de acuerdo a las vías administrativas tradicionales, ha asegurado el ministro.
«El Papa realizó un trámite como el que hacen todos los argentinos, donde se le tomó una foto digital, su huella y su firma en unos 15 minutos; y en los próximos días lo estará recibiendo en la Domus de Santa Marta en el Vaticano, donde declaró residencia», ha explicado.
«Este nuevo gesto del Papa para con nuestro país nos llena de orgullo», ha reconocido Randazzo, quien ha recordado que Francisco cuenta con un pasaporte del Vaticano desde que comenzó su pontificado, el pasado 19 de marzo.
La Ciudad del Vaticano no dispone de control de inmigración, aun así expide pasaportes. El Santo Padre siempre tiene el pasaporte nº 1.
A diferencia del resto de los países, la ciudadanía del Vaticano no se hereda de los padres con el nacimiento ni se adquiere naciendo en la Ciudad del Vaticano (que de hecho no tiene un hospital con maternidad).
Se basa en el criterio de residencia estable en la Ciudad del Vaticano, es decir, depende del desempeño de funciones determinadas al servicio de la Santa Sede.
El término «Pasaporte Vaticano», por tanto, se refiere al pasaporte emitido por la Santa Sede o por la Ciudad del Vaticano. El Estado puede otorgarlos normalmente para sus ciudadanos. La Santa Sede otorga pasaportes personales, diplomáticos y de servicio.