Terminada la tercera reunión del C8, se ha abierto hoy el Consistorio extraordinario en el Vaticano, en el Aula Nueva del Sínodo. Los 150 cardenales participantes, fueron acogidos esta mañana por el saludo del cardenal decano, Angelo Sodano, y por las palabras del Papa.
Pocas han sido las palabras del Santo Padre, pero –ha recomendado el padre Federico Lombardi, en el briefing de esta mañana en la Sala de Prensa vaticana– es necesario «meditarlas y analizarlas, leerlas con mucha atención, por han sido pensadas en profundidad por el Papa», para dar una orientación del trabajo en los próximos días.
El portavoz del vaticano se ha detenido sobre las palabras del Papa sobre la familia, tema elegido para el Consistorio. Y ha evidenciado en particular, la recomendación del Pontífice para «profundizar la teología de la familia y la pastoral» y «sin caer en la casuística».
Asimismo ha marcado que el objetivo del Santo Padre es «evitar la fragmentación del discurso y una enumeración de situaciones demasiado particulares de vida familiar», arriesgando por tanto «no conseguir elevar la situación particular a una visión general».
La reflexión sobre la familia que deseael Santo Padre no debe disminuirse por lo tanto, solamente en problemáticas como la de los divorciados vueltos a casar, sino extenderse a una perspectiva más amplia que se refleje después en acciones pastorales de amplio alcance.
El padre Lomabardi ha indicado que la relación introductoria del cardenal Kasper, que no será publicada porque está concebida para el uso interno de los participantes en la reunión, ha ocupado prácticamente toda la mañana, excepto los diez últimos minutos en que ha habido un par de intervenciones. De todos modos, se han abierto ya los turnos de petición de palabra a los que se procederá esta tarde y mañana, viernes.
Una relación «muy amplia, teológicamente fundada, profunda» y «en gran sintonía» con lo que ha dicho el Papa, ha observado el padre Lombardi.
«Se ve –ha subrayado el portavoz– que realmente hay una impostación muy coherente con la perspectiva que el Papa da. «Afrontar con realismo y profundidad todo lo que de hermoso tiene la familia sin pasar por alto los problemas, pero partiendo desde un punto de vista extremadamente positivo: redescubrir y anunciar el evangelio de la familia según el plan de Dios, con toda su belleza, porque la verdad convence también a través de la belleza», ha explicado.
Otro punto central de la relación ha sido el de familia como iglesia doméstica y el concepto de que en la familia la Iglesia encuentra la realidad y para ella constituye un camino hacia el futuro; la familia puede ser un camino privilegiado de evangelización para las personas. El cardenal Kasper habla de esa “iglesia doméstica”, en sentido amplio, refiriéndose no sólo a la familia nuclear, sino ensanchada, haciéndola extensiva a las comunidades de base, a los grupos parroquiales, etc., ha precisado Lombardi.
«La familia en el orden de la creación», es decir, «la visión de la familia en la perspectiva bíblica del Génesis y del plan de Dios», que excluye por tanto cualquier tipo de unión entre personas del mismo sexo. Este es un argumento al cual quizá se mencionará durante las intervenciones libres de los cardenales, ha dicho Lombardi en respuesta a los periodistas, pero que seguramente no constituye uno de los puntos centrales de la reflexión del Colegio cardenalicio.
El segundo punto ha sido «las estructuras del pecado en la vida de la familia», por tanto, «los problemas, las tensiones, las alienaciones», por ejemplo, en la relación entre hombre y mujer, cuerpo y espíritu, hombre y naturaleza, como también los enfrenamientos en la familia o los sufrimientos y las dificultades de las mujeres y de las madres.
Finalmente, el tercer punto afrontado ha sido «la familia en el orden cristiano de la redención, retomando las palabras de Cristo en el evangelio, de la carta a los Efesios y de otras referencias del Nuevo Testamento.
El cardenal se ha referido también a la cuestión de los divorciados que se han vuelto a casar y trata el tema con amplitud y de forma diferenciada, reiterando que «en este ámbito se trata de conjugar, de cara a la pastoral, el binomio inseparable de la fidelidad a las palabras de Jesús y la comprensión de la misericordia divina». El cardenal Kasper ha citado las intervenciones sobre este asunto del papa emérito Benedicto XVI cuando se preguntaba si más allá del rigorismo y del laxismo, el camino del sacramento de la penitencia podría ser la senda para dar cabida a las situaciones difíciles. Asimismo ha recordado el discurso que a principios de este año dirigió el papa Francisco a los prelados del Tribunal de la Rota Romana sobre la validez del matrimonio, cuando afirmó que la dimensión jurídica y la pastoral no estaban en contradicción.
Para concluir, el padre Lombardi ha afirmado que el purpurado ha concedido gran importancia a la “ley de la gradualidad,” a ir creciendo cada vez más de forma nueva y profunda en el misterio de la redención de Cristo, en la comprensión de la Ley del Evangelio que es la verdad.