«El estudio específico de la historia de la Iglesia en un ámbito y nivel universitario puede prestar un servicio muy útil y valioso, poniendo de relieve las raíces cristianas de nuestro continente». Así lo ha indicado el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, durante la presentación de la Facultad «Antonio Gaudí» de Historia de la Iglesia, Arqueología y Artes Cristianas (FEHAG).
Así es como se llama la nueva facultad que ha impulsado y creado el cardenal arzobispo de Barcelona y que ha sido aprobada por la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede. La inauguración de la facultad, a la que asistirá el cardenal Grocholewski, prefecto de dicha Congregación, será el 2 de octubre; mientras que las clases comenzarán el día 6 de octubre.
La facultad «Antoni Gaudí» impartirá las tres disciplinas de humanidades y utilizará las infraestructuras del Seminario Conciliar de Barcelona, así como de la Facultad de Teología y de Filosofía, y la Biblioteca Pública y Episcopal del Seminario de Barcelona. Tal y como informan desde la página web de la archidiócesis «el claustro de profesores también está cubierto ya que provienen fundamentalmente del Departamento de Historia Eclesiástica de la Facultad de Teología, del Departamento de Humanidades de la Facultad de Filosofía y del Aula de Historia Eclesiástica».
El plan de estudios de la nueva facultad se inspira en el de la Facultad de Historia Eclesiástica de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y pretende ofrecer una formación a personas de Cataluña, del resto de España y de todo el mundo. Asimismo, desde la arquidiócesis de Barcelona indican que «la importancia del diálogo entre fe y cultura ha llevado a la necesidad de promoverlo en un ámbito universitario. La existencia de la Facultad Eclesiástica potenciará este diálogo de manera que se convierta en una plataforma para el anuncio del Evangelio». Según el cardenal Sistach, «existe una urgencia intelectual que pasa por el fortalecimiento del diálogo entre la teología y filosofía cristianas con la literatura y las artes».
Del mismo modo se destaca que «es necesaria una interpretación de la historia basada en las aportaciones de personas, culturas y pueblos, desde una perspectiva que tenga en cuenta el cristianismo». «El estudio específico de la historia de la Iglesia en un ámbito y nivel universitario puede prestar un servicio muy útil y valioso, poniendo de relieve las raíces cristianas de nuestro continente», ha expresado el arzobispo de Barcelona.