El santo padre Francisco ha enviado un mensaje de aliento a la comunidad católica de Gaza y a su párroco, Jorge Hernández que, junto a toda la población de la Franja, están afrontando grandes sufrimientos por el enfrentamiento.El encargado de informar al Pontífice sobre las difíciles condiciones de los cristianos en Gaza ha sido el padre Mario Cornioli, párroco de Beit Jala, en Cisjordania.
El padre Cornioli, en declaraciones a Radio Vaticana, explica que ayer por la tarde el Santo Padre quiso mostrarse cercano con la comunidad cristiana de Gaza «escribiendo dos líneas de ánimo, sobre todo asegurando su oración al padre Jorge, que vive en Gaza y que sostiene incluso físicamente la pequeña comunidad cristiana». Asimismo indica que «cuando el padre Jorge recibió el escrito del Papa estaba muy feliz, y lo comunicó en seguida a todos los parroquianos». Con el mensaje, Francisco «ha dado aliento y fuerza no solo a la comunidad latina, que comprende 160 personas, sino a todos los cristianos: también a los ortodoxos». De esto modo, «el padre Jorge ha comunicado a todos que el Papa está cerca con la oración, el afecto y que no se olvida de ellos», ha explicado el padre Cornioli.
Por otro lado, el sacerdote subraya que este gesto ha dado «esperanza y aliento a todos los cristianos que se han alegrado profundamente». Y añade: «saber que el Papa les recuerda y reza por ellos es un gran consuelo en estos momentos de angustia, porque Gaza está bajo bombardeos, todo tiembla».
Finalmente, el padre explica también en la entrevista que esta misma mañana ha hablado con el padre Jorge que está haciendo todo lo posible para recuperar agua y comida para las familias que están huyendo y que están siendo acogidas en la parroquia, en las escuelas del Patriarcado. «El padre Jorge ha tenido que abrir nuestras escuelas precisamente para acoger a diversas familias, porque los bombardeos son cada vez más fuertes», explica el sacerdote. Asimismo, el padre Cornioli lanza un llamamiento «pedimos de verdad a todos, sea quien sea que pueda hacer algo, detener esta masacre, porque este derramamiento de sangre no servirá para nada: servirá solamente para crear más odio y rabia. Aquí, sin embargo, necesitamos paz, perdón, reconciliación».