El papa Francisco ha animado a todas las naciones a promover la dignidad de cada persona humana. Lo ha hecho a través del mensaje pontificio a la Asamblea del Palacio de Cristal, leído ayer por el arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede en la ONU de Nueva York
Fue con ocasión de la apertura de la 69 sesión plenaria de la Asamblea de las Naciones Unidas, para discutir sobre el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida, como medios para promover la paz, la prosperidad y la seguridad en todo el mundo.
En el documento, firmado por el cardenal Parolin, el Pontífice desde que «las soluciones buscadas por la comunidad internacional promuevan la paz entre los pueblos y se afronte la pobreza a través de un espíritu de fraternidad que comparte alegrías y sufrimientos.
De este modo, el Santo Padre ha asegurado a la Asamblea de la ONU su cercanía espiritual y espera que esta sea una ocasión de «mayor comprensión y cooperación entre las delegaciones» de los Estados para «el bien de la comunidad global y al servicio de una paz duradera y de la prosperidad de cada pueblo».
