La ex superiora regional de la República Democrática del Congo y Burundi, sor Delia Guardagnini, en declaraciones hechas hoy a la agencia Fides indicó que las tres religiosas asesinadas en Burundi este domingo 7, pidieron quedarse en dicho país a pesar de que tenían problemas de salud y porque “querían dar su vida hasta el final”.

Las javerianas, sor Lucía Pulici, sor Olga Raschietti y sor Bernadetta Boggian, fueron asesinadas en las instalaciones de la parroquia dediaca a San Guído María Conforti.

“No habrá rempatrio de los cuerpos --indicó la ex superiora-- por voluntad expresa de nuestras hermanas misioneras y porque las personas a las que amaron y sirvieron, desean que se queden con ellas. Es un signo del amor hasta el final”.

Suor Delia recuerda que las tres hermanas habían vuelto a Burundi “aceptando realizar pequeños servicios porque sus fuerzas ya no le permitían trabajos más pesados. Eran servicios simples, como estar al lado de la gente, con visitas domiciliares, ayudar a los pobres. Eran muy queridas por la población”.  Y añade que “en Burundi nunca hemos tenido problemas con nadie. No logramos entender quién haya podido hacernos daño de una manera tan malvada”.

Sor Delia indicó que “en Bujumbura se realizarán este miércoles los funerales. Después iniciaremos el largo viaje para llevar los cuerpos de las hermanas asesinadas en el cementerio javeriano en Bukavu, donde el jueves por la mañana se celebrará la misa en la catedral.

Según medios italianos, el asesino que apuñaló a dos monjas y golpeó con una piedra a la tercera sería un empleado de la parroquia, al que le encontraron un celular de las religiosas y que poseía las llaves de la misma, aunque aún quedan muchas dudas entorno al homicidio.

El ministro de Exteriores de Italia, Federica Mogherini, en una audición en el Senado recordó a las tres religiosas asesinadas, e indicó: "No podemos hacer como si nada, delante de un asunto gravísimo, el del ataque a los cristianos que en muchas partes del mundo se está volviendo un fenómeno dramático".

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