Cuatro civiles israelíes murieron el martes en el ataque perpetrado por dos jóvenes palestinos contra una sinagoga de Har Nof, un barrio en el noroeste de Jerusalén. Un policía que resultó herido de gravedad falleció horas después en el hospital. Los dos supuestos agresores también murieron a manos de las fuerzas de seguridad. Además, otras siete personas resultaron heridas de diversa consideración.
Ante este trágico suceso, los líderes religiosos de Jerusalén -cristianos, musulmanes y drusos- visitaron este miércoles la sinagoga de Har Nof para promover la paz y la libertad religiosa en Tierra Santa, según informó el Patriarcado Latino en su web.
Antes de ir todos juntos al lugar de los hechos, la delegación fue recibida por la oficina del Culto del Ministerio del Interior de Israel. «Apreciamos vuestro gesto», señalaron. «Si alguien os critica, fingir no escuchar», añadieron.
«Venimos como líderes religiosos a un lugar de oración, por lo tanto, a un lugar sagrado», dijo el patriarca latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal. «Estas personas han sido asesinadas mientras estaban rezando», lamentó. «Cada lugar de culto, sea de la religión que sea, debe ser protegido», recordó.
Una vez más, Mons. Twal instó a «no tener miedo a rezar por la paz». «Orar por el mismo objetivo puede ser la oportunidad para acercarse los unos a los otros», apuntó. Según el Patriarca, este encuentro demuestra que «la esperanza no ha muerto». «Siempre hay una esperanza para detener la violencia», subrayó.
Por último, Mons. Twal condenó la petición que realizaron algunos miembros del gobierno israelí para que haya una «respuesta dura» y se distribuya armamento a la población. «Esta no es la solución», aseguró. «Los políticos deberían ser lo suficientemente inteligentes y sabios para apoyar, por un lado, la paz entre todas las personas y, por otro, para saber controlar el aumento del fundamentalismo», concluyó.
Frente a la sinagoga, los líderes religiosos manifestaron sus condolencias a la comunidad judía, y condenaron los actos de violencia realizados tanto por los palestinos como por los israelíes. Asimismo, rechazaron firmemente el terrorismo y la barbarie cometidos en nombre de una religión, y reiteraron su llamamiento a la libertad religiosa y de expresión para todos los pueblos.
Por su parte, el papa Francisco condenó como «inaceptable» el ataque a esta sinagoga de Jerusalén e instó a tomar «decisiones valientes» para lograr la reconciliación y la paz en Tierra Santa.
«Sigo con preocupación el alarmante incremento de la tensión en Jerusalén y otras zonas de Tierra Santa, son episodios de violencia inaceptables que no respetan ni siquiera los lugares de culto», lamentó el Santo Padre al término de la audiencia general de este miércoles. «Aseguro una oración especial para todas las víctimas de esa dramática situación y para todos los que sufren sus consecuencias», añadió el Pontífice.
«Desde lo profundo del corazón dirijo un llamamiento a las partes implicadas, con el fin de que se ponga fin a la espiral de odio y de violencia y se tomen decisiones valientes para la reconciliación y la paz», instó de nuevo, tal y como lo había hecho durante su visita en el mes de mayo a Jerusalén. «Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento», aseguró tras condenar el atentado.