Este 12 de diciembre en el Vaticano el papa Francisco presidirá la celebración eucarística en la basílica de San Pedro en honor de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América Latina, por primera vez en la historia de la Iglesia. Sobre el significado de este evento, ZENIT tuvo el placer de conversar con el profesor Guzmán Carriquiry, secretario del Pontificio Consejo para América Latina.
¿Qué sucede este 12 de diciembre en el Vaticano?
–Prof. Carriquiry: Es la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, y el santo padre Francisco va a presidir una concelebración eucarística en la basílica de San Pedro. Va a ser un gran evento católico y latinoamericano. Y nos hace recordar que el 12 de diciembre de 2011, el papa Benedicto XVI quiso también recibir en la basílica Vaticana la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe.
Ahora con un papa Latinoamericano…
— Prof. Carriquiry: Sí, por primera vez en la historia bimilenaria de la Iglesia, la va a presidir un Papa latinoamericano. Y esto suscita una enorme atracción en Roma y en toda América Latina. Y digo América Latina porque Ella es la patrona de América Latina, pero también hay que tener en cuenta su título de emperatriz de todo el continente americano y patrona también de las Filipinas. A tal punto que el capellán de los filipinos residentes en Roma ha pedido mil billetes para que ellos puedan ingresar y saludar al Papa, un mes antes de su viaje a las Filipinas, que será justamente el 12 de enero de 2015.
¿Me puede proporcionar algunos particulares y números de este evento?
— Prof. Carriquiry: Después del viaje del Papa a Río de Janeiro, esta otra ocasión en la que se dirija al conjunto del continente americano. Y si se piensa que va a haber cadenas televisivas que van a transmitir esta misa en contemporánea en la mayor parte de los países latinoamericanos, el Papa va a hablar a millones y millones de personas.
Otro indicio de la atracción que ha sucitado es que se han distribuido 650 ingresos para los concelebrantes. Es decir estarán presentes muchos sacerdotes latinoamericanos que viven o están en Roma, pero también norteamericanos, italianos y de otras nacionalidades.
¿Van a concelebrar también cardenales?
— Prof. Carriquiry: En el altar con el Papa van a estar cinco cardenales: el cardenal Norberto Rivera Carreras porque es el custodio de la sagrada imagen de Guadalupe y arzobispo de la ciudad de México; el cardenal Raymundo Damasceno, presidente de la Conferencia episcopal de obispos de Brasil, y luso brasileño; el cardenal Francisco Javier Errázuriz, de Chile; el cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, y al mismo tiempo canadiense; y el cardenal Sean O’Malley estadounidense con un fuerte arraigo en la comunidad hispana en Estados Unidos.
¿Cómo va a ser la ceremonia?
— Prof. Carriquiry: Es una ceremonia que va a estar muy marcada por su estilo latinoamericano, casi diría que la dignidad y belleza litúrgica van a vivir un momento de inculturación latinoamericana. A las 16,30 horas iniciará el Rosario de Amor Guadalupano, la primera vez que se rezará esta devoción en Roma: son ocho decenas del rosario, una por cada sacramento y la octava, se refiere a la Iglesia sacramento universal de salvación. Cada decena está introducida por un texto del poema Nican Mopohua que en alguna manera hace referencia al relativo sacramento. Terminado este rosario, que va a ser presidido por el cardenal Rivera, se hará una oración de Adviento y un par de villancicos de música tradicional latinoamericana. Y después un momento de silencio, hasta al ingreso de una gran imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que va a ser depositada a los pies del altar, acompañada con las banderas de todos los países latinoamericanos. Y entonces será el ingreso del papa Francisco para la celebración litúrgica.
¿Y de la diplomacia latinoamericana?
— Prof. Carriquiry: Se contará con la presencia de muchos prelados de la Curia Romana, de diplomáticos de países latinoamericanos ante la Santa Sede, pero también ante el gobierno italiano, así como de España y Portugal. Habrá representantes de diversos gobiernos, entre los cuales de Argentina. También estarán todos los oficiales latinoamericanos que trabajan en la Curia Romana, los rectores y sacerdotes de los colegios pontificios, y todas las comunidades latinoamericanas residentes en Roma, porque mantienen su arraigo católico.
Pero va a tener una continuación, ¿o me equivoco?
— Prof. Carriquiry: Si, pero además la fiesta guadalupana va a continuar al sábado 13, porque desde las 9,30 hasta el medio día, en el auditorio de Agustinianum, al lado de las columnas del Vaticano, va a realizarse un evento con entrada libre, con la proyección de una película –en español con subtítulos en italiano– sobre las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe y su difusión.
Además el padre Eduardo Chávez, director del Instituto Superior Guadalupano, va a dar una conferencia sobre la perfecta inculturación del Evangelio, también con traducción simultánea en inglés e italiano. El padre Chávez es el máximo conocedor del acontecimiento, procurador de la canonización de san Juan Diego, y después de la pausa café y algunos cantos guadalupanos, el padre Chávez conversará con dos expertos sobre la imagen. Ellos explicarán muy a fondo las últimas investigaciones científicas sobre la tilma o poncho en el que quedó estampada la imagen de María, para concluir con la oración final del cardenal Rivera.
¿Se trata de responder al deseo de ‘salir’ expresado por Francisco?
— Prof. Carriquiry: Ahora más que nunca responderle a un Papa latinoamericano, es responderle a Nuestra Señora de Guadalupe. Porque su intercesión es potente en toda la Iglesia Universal, para confiarle la vida de nuestros pueblos y también su corazón, en el cruce de sus brazos –como recita el Nican Mopohua– y la vida e intenciones del Sumo Pontífice, que es uno de sus hijos sumamente devoto.
Con la misa en el 2011, se anticiparon un poco al papa latinoamericano, ¿verdad?
— Prof. Carriquiry: Lo que demuestra es que el papa Benedicto sentía una necesidad profunda, a pesar de que le tachaban de eurocéntrico, de llevar a América Latina dentro de su corazón, al punto que en el viaje de avión de Roma a San Pablo en la conferencia de prensa improvisada dijo: ‘Creo firmemente que en América Latina está en juego una parte fundamental del futuro de la Iglesia católica’. Fíjese que frase profética un año antes de la elección del papa Bergoglio. Y en esa misa del 12 de diciembre de 2011, antes de la bendición anunció su viaje a México y a Cuba.
