Crece el temor acerca de la seguridad de más de cien personas hechas cautivas el martes, 24 de febrero, cuando el grupo extremista Estado Islámico (EI) asaltó poblados cristianos en el distrito de Hasaka, en el noreste de Siria. Al cierre de esta edición, la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) ha informado que en torno a 15 jóvenes fueron martirizados, muchos de ellos luchaban para proteger sus aldeas y sus familias.
El Archimandrita Emanuel Youkhana, que realiza labores de apoyo a los cristianos perseguidos de la región, fue informado telefónicamente sobre la situación a través de un contacto de la ciudad de Hasaka en torno a la medianoche del 24 de febrero.
En un mensaje enviado a las organizaciones católicas, incluida AIN, escribe: “Las 21 personas de Tel Gouran, 81 personas de Tel Jazira y 14 combatientes (12 varones y 2 mujeres) de Tel Hormizd han sido hechos cautivos y llevados al poblado árabe-suní de Um Al-Masamier”. “De momento, están vivos, pero a los hombres los han separado de las mujeres y los niños”. Las últimas informaciones confirman también que una de las mujeres ha sido decapitada y dos hombres han sido fusilados.
En cuanto a la ayuda que algunos árabes suníes locales han prestado al EI, el Archimandrita dice: “Um Al-Masamier es otro ejemplo sirio de lo que ya presenciamos en Iraq, a saber, de cómo los árabes suníes apoyan al EI a la hora de atacar a sus vecinos cristianos y yazidíes de toda la vida”.
Youkhana prosigue describiendo la situación más reciente en los poblados: “Las 51 familias de Tel Shamiran siguen rodeadas, y todavía no está claro si el EI atacará el poblado. ¿Podrán los combatientes del PYD (Partido de la Unión Democrática kurdo) dar un vuelco a la situación antes de que el EI asalte el poblado?”
La información de última hora habla de un fuego cruzado entre los combatientes que protegían el poblado y el grupo terrorista. Se cree que ha habido bajas y muchos asirios han sido asesinados en el poblado. No se conoce el destino de las familias, lo más seguro es que hayan sido capturadas y llevadas a Mount Abdul Aziz o a regiones cercanas controladas por el Estado Islámico.
También informa de que en Tel Tamar explotó un coche bomba, pero que no ha recibido noticia de víctimas mortales. Los combatientes que quedan en Tel Tamar están protegiendo el poblado al lado de las fuerzas kurdas del PYD. Mantienen la esperanza de liberar la región para que vuelvan las familias.
Además, desde el otro lado del río Jabur se dispararon tres proyectiles de mortero a la población de Tel Nasri. También aquí parece que no se han registrado víctimas. Otro dato importante es que los combatientes del PYD han retomado la colina de Toma Yelda, que es estratégicamente importante. El Archimandrita Youkhana escribe: “En estos momentos, solo unas 200 familias permanecen en la región del Jabur, más de cien están en Tel Tamar y otras se encuentran en varios poblados no controlados por el EI. En torno a 1.000 familias de la región del río Jabur se han refugiado en Hasaka y Qamishli”.
Se ha dado a conocer que son 800 familias de desplazados las que han llegado a Hasaka y 175 en Qamishli. Se espera la llegada de 1.200 familias todavía. Por ahora, todas las familias asirias de 35 aldeas de Khabour han huído a Hasaka o Qamishli. “El Señor Obispo, Mons. Mar ApremAthniel [de la Iglesia Asiria de Oriente], que reside en Hasaka y no ha abandonado la ciudad pese a todas las dificultades, está haciendo todo lo posible para acoger y apoyar a los desplazados. No obstante, debido a la falta de recursos y los años que ya dura este conflicto, urge actuar para que la Iglesia apoye a las familias desplazadas”.
Para cubrir las necesidades de las personas que se han visto obligadas a abandonar sus poblados, se necesita ropa, comida, calefacción, camas, almohadas, sábanas, elementos de higiene y productos para bebés (pañales, leche…). El Archimandrita Youkhana añade: “Nuestros pensamientos están con la gente que sufre, y rezamos por que finalice esta larga historia de persecución en nuestros países”.