La Iglesia de Cuba recibió este miércoles con alegría y esperanza la próxima visita del papa Francisco a la isla en septiembre, coincidiendo con la nueva etapa de acercamiento entre La Habana y Washington, proceso en el que la Santa Sede actuó de mediador, señaló el secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), Mons. José Félix García.
El Santo Padre viajará a Cuba antes de visitar EEUU en septiembre, informó este miércoles el Vaticano, para consolidar su mediación en el restablecimiento de las relaciones entre los dos países tras más de medio siglo de desconfianza.
El portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, no especificó cuánto durará la escala en la isla, y sólo señaló que el Pontífice aceptó las invitaciones formuladas por el Gobierno y la Iglesia católica de Cuba. Francisco tiene programada una entrevista con el presidente Barack Obama para el 23 de septiembre.
Esta será la primera visita del Pontífice a la isla caribeña. Sus dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, estuvieron en Cuba en 1998 y 2012, respectivamente, y se reunieron con el ex presidente Fidel Castro.
“Hay mucha esperanza con estas visitas por el papel tan importante que jugó el Papa y ante los posibles encuentros con los presidentes de los dos países, que tendrán no sólo un valor simbólico, sino también un efecto directo en el diálogo entre Cuba y Estados Unidos”, aseguró Mons. García.
El secretario adjunto de la COCC destacó que los fieles cubanos valoran mucho la implicación en el deshielo diplomático entre La Habana y Washington del Santo Padre, quien “irradia una simpatía muy especial por la bondad y la sencillez que marcan el estilo de su pontificado”. “A este Papa lo hemos visto implicado en lugares de conflicto, como Israel o Albania… Sigue de manera muy directa el evangelio de Jesucristo, quien siempre apoyó la solución de conflictos mediante el diálogo”, apuntó.
Por su parte, el portavoz del Arzobispado de La Habana, Orlando Márquez dijo que la visita de Francisco es “una gran noticia” y una razón para “estar muy felices”, ya que “el país vive un momento muy especial desde que los presidentes de Cuba y EEUU anunciaran el proceso para restablecer relaciones, y ambos agradecieron al Papa su empeño en animar este proceso”.
El anuncio del viaje papal coincide con la llegada a Cuba, desde ayer y hasta el 28 de abril, de uno de sus colaboradores más cercanos, el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Beniamino Stella.
Está previsto que el purpurado visite los tres seminarios de la isla -en Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana- y se reúna con los obispos cubanos. Además, puede que mantenga un encuentro con funcionarios del Gobierno.
(IDV) (HSM)