Hace poco se ha publicado en el American Journal of Obstetrics and Gynecology un artículo (Creating and selling embryos for “donation”: ethical challenges”. 212; 167-170, 2015.) sobre los aspectos éticos que plantea la producción y venta de embriones humanos para “donación”.
Conociendo la comercial y pragmática mentalidad actual, pura bioética utilitarista, era una cosa que parecía inevitable. Sorprendentemente, ese nuevo mercado, en opinión de los autores del artículo, ha recibido mucha atención en los medios de comunidad social, pero menos en la literatura científica.
Procedimiento
La novedad consiste en que una compañía de California ha comenzado a “producir y poner a la venta embriones humanos”. El procedimiento es el siguiente: se obtiene esperma de un donante, ovocitos de una mujer y se producen embriones (FIV) que la clínica posee, almacena y luego vende.
Esto evidentemente plantea innumerables problemas desde el punto de vista legal y ético, que los autores del artículo no han tenido muy en cuenta.
Recientemente se ha considerado por muchos que los problemas éticos de la producción de embriones humanos para su venta no serían esencialmente diferentes de los planteados por la compra y uso de espermatozoides y ovocitos, pero, a nuestro juicio, son esencialmente distintos.
Ni el espermatozoide ni el ovocito pueden convertirse por sí mismos en un ser humano. El embrión LO ES. Lo cual hace que tenga unas especiales características diferenciales.
La Organización Mundial de la Salud informa que las células o tejidos deben ser donados sin pago; pero en el caso de las células germinales, especialmente los ovocitos, sí se pagan, aunque se afirma que es para aliviar las molestias de la técnica y que debe ser un precio “razonable”, que en Estados Unidos oscila entre 5.000 y 10.000 dólares.
Ahora podríamos preguntarnos ¿cuál es el precio razonable de un embrión humano? La respuesta depende de una serie de circunstancias. Sabemos que en la donación de ovocitos el precio es mayor cuando proceden de mujeres con “pedigrí”: donaciones previas con éxito, test de inteligencia alto, especiales características del cabello y de los ojos, etc. Así que ¿se debería hacer lo mismo al ofertar embriones con características especiales?
Si los futuros padres pueden hacer ofertas especialmente elevadas en lo económico para embriones especiales, por su salud, belleza, inteligencia, es posible que los embriones comunes se oferten a precio de saldo. Incluso se puede llegar a que los embriones se oferten sobre pedido, como los coches de alta gama.
Además ¿qué pasará si la compañía propietaria de los embriones se declara en quiebra, como ocurrió con la islandesa DECODE GENETICS, o si los donantes de uno o los dos gametos exige su embrión o quiere destruirlos?
Objetivo problema ético
Estamos ante un problema muy serio, no solo mercantil, sino profundamente ético. Los embriones no son una mercancía, un producto que puede comprarse y venderse, son mucho más que eso, son seres humanos que requieren todas las consideraciones de respeto, dignidad, protección y amor que como tales merecen.