Las milicias del Califato Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se adueñaron del pasaje de Al Tanaf, puesto fronterizo entre Siria e Irak, tras logar hacer retroceder al ejército sirio, según aseguró el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Además, el ISIS se ha asegurado la mitad del territorio sirio al tomar el control de Palmira, ciudad en la que se conservan restos arqueológicos con más de 2 mil años de antigüedad. Ahora las milicias amenazan la ciudad de Homs, la tercera ciudad del país. Las milicias islámicas también han tomado ese viernes el Hospital Nacional ubicado en las afueras de la ciudad de Jish al Shughour, en la región de Idlib.
Junto a estas noticias llega la del secuestro del sacerdote Jacques Mourad, en la ciudad de Qaryatayn, ubicada en Siria central, a unos cien kilómetros de Palmira, en donde el monje se ocupaba de la parroquia siro-católica local y vivía en el monasterio de Mar Elias.
Lo indicó hoy en un comunicado Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) que precisa: “El último contacto del padre Mourad con el Deir Mar Musa fue ayer al medio día”. Y recoge declaraciones de primera mano: “Aún no tenemos novedades, sabemos solamente que fue secuestrado por cuatro hombres, seguramente de un grupo yihadista”, indicó el director del Servicio de los jesuitas para los refugiados (SJR) en Oriente Medio, Nawras Sammour. El monje se encontraba con un colaborador cuando su vehículo fue bloqueado por dos motocicletas, los integrantes del comando tomaron posesión del medio y se alejaron llevándose consigo al religioso.
Por su parte, la agencia FIDES indica que fuentes locales creen que detrás del secuestor del prior, de la misma comunidad a la que pertenecía el padre Paolo Dalll’Oglio, se encuentren grupos salafitas presentes en la zona, que se sintieron animados por los éxitos de las milicias yihadistas de al-Nusra y del Califato Islámico en Siria.
AIN añade que desde Damasco el director del SJR recuerda el último encuentro con el padre Jacques hace unos dos meses: “Estaba muy preocupado por la presencia de los fundamentalistas en Qaryatayn”. A pesar de ello, el monje no quiso abandonar a sus fieles y a los refugiados que acogía en el convento.
Tras el secuestro del padre Paolo Dall’Oglio, hace dos años, y de dos obispos de Alepo, Yohanna Ibrahim y Bulos Yazigi, la furia del integralismo golpea nuevamente la comunidad monástica de Deir Mar Musa, a unos 80 kilómetros de Damasco.
Se suman a las víctimas el padre François Mourad, asesinado en Ghassanieh el 23 de junio de 2013, y el padre Frans Van Der Lugt, pasado por las armas en Homs el 7 de abril del año pasado.
(Fuentes: agencias, AIN, Fides)