Una misa de exequias por el sacerdote Vicente Pazos González, el primer vicario regional de la prelatura del Opus Dei en el Perú y uno de los principales promotores de la fundación de la Universidad de Piura, fue celebrada este miércoles en la iglesia de la Medalla Milagrosa en Lima. El sacerdote español que por solicitud de san Josemaría Escrivá se transladó para realizar su labor apostólica en Perú, falleció este 26 de mayo en la capital del país.
En la Eucaristía, participaron Mons. Juan Antonio Ugarte, arzobispo emérito de Cusco; Mons. José Antonio Eguren, SCV, arzobispo de Piura; Mons. Ricardo García, obispo prelado de Yauyos; Mons. Mario Busquets, obispo prelado emérito de Chuquibamba; el padre Emilio Arizmendi, actual vicario regional de la Prelatura del Opus Dei en el Perú y varios sacerdotes.
El vicario regional Emilio Arizmendi Echecopar, calificó a don Vicente de “un hijo fiel de san Josemaría” y recordó que en la víspera antes de morir, había cumplido 68 años en el Opus Dei trabajando para el prójimo. Añadió que “nos deja como ejemplo su fidelidad diaria al querer de Dios en lo pequeño”.
El vicario regional agradeció también la presencia del arzobispo de Piura, monseñor José Antonio Eguren SCV, quien tuvo oportunidad de conocer y tratar al padre Vicente Pazos, quien colaboró en la Arquidiócesis de Piura como defensor del vínculo así como predicador de cursos de retiro para seminaristas y sacerdotes.
A continuación el sacerdote Arizmendi leyó una carta enviada desde Roma por el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, quien menciona “Junto a la pena honda -y es lógico que sea así- agradezcamos a Dios esta caricia, que nos ha llegado en el mes de mayo del año mariano. Él sabe más, y ha querido que Nuestra madre la Virgen llevara de su mano a Vicente, sacerdote, a gozar del Cielo, ya que ha sabido luchar para estar a toda hora bien preparado” (..) “Ahora, nos empuja desde Arriba en el apostolado en Perú y en el trato de amistad y confidencia, como nos enseñó San Josemaría: recordadle también mis intenciones”, escribió monseñor Echevarría.