El arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, ha venido cooperando con la autoridad judicial desde que se tuvo noticia de la denuncia de los casos de abusos sexuales a menores por parte de unos sacerdotes y laicos de la diócesis. Así lo recuerda una nota de la arquidiócesis, en la que explican que el viernes 29 de mayo “acudió a la hora convenida con los notificadores judiciales”, y le “fue notificado personalmente el auto dictado por el Juzgado de Instrucción nº 4, en el que se le requería para aportar determinada documentación relacionada con los presuntos delitos de abusos sexuales imputados a unos sacerdotes y laicos de la diócesis”.
Asimismo recuerdan la colaboración del prelado desde el inicio del caso. Sin embargo, también explican que “al estar el procedimiento canónico en manos de la Santa Sede, y al estar protegidos también los documentos por un Acuerdo de rango internacional, le hacía imposible al arzobispo disponer a su arbitrio de la documentación solicitada sin violar tanto el ordenamiento legal vigente como la disciplina de la Iglesia”. El arzobispo informó de esto al juzgado tras la primera petición de esos documentos. “Esa petición fue comunicada el 14 de mayo, y ha sido reiterada ahora en el requerimiento entregado el viernes 29”, precisa el comunicado del arzobispado.
La nota, prosigue explicando que “tan pronto el arzobispo tuvo conocimiento de estos requerimientos, trasladó las notificaciones del juez a la Congregación para la Doctrina de la Fe, única instancia eclesiástica competente en el tema, que en carta del 28 de mayo autoriza al arzobispo a entregar al juez la documentación solicitada, con el propósito de que la autoridad judicial civil pueda aclarar los presuntos hechos delictivos”.
Como consecuencia, el arzobispo de Granada hizo llegar al juzgado la documentación solicitada. Desde el arzobispado explican que, de acuerdo con la legislación aplicable y con las indicaciones de la autoridad competente de la Iglesia, “se le han transmitido las cautelas y reservas que protegen esa documentación, al tratarse de documentación obtenida en el ámbito eclesial y que responde a la normativa canónica propia de ese ámbito”.
Por su parte, el arzobispo habló con algunos fieles del dolor que este caso está dejando en la diócesis. Lo hizo en la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat, donde celebró el sacramento de la confirmación en la tarde del domingo día 31 de mayo. «Todos somos conscientes de que llevamos viviendo un curso en nuestra diócesis donde toda la Iglesia sufre, y sufrimos juntos, los tiempos de dificultad que el Señor nos ha puesto vivir», afirmó el monseñor Martínez antes de la bendición final.
El arzobispo quiso recordar que él ha obrado con limpieza de corazón y siguiendo las indicaciones que la propia Iglesia ha establecido para este tipo de casos. «Que sepáis que vuestro Pastor os quiere con toda vuestra alma, que puede ser muy torpe –seguramente, lo soy-, pero en todo esto he obrado según me ha pedido la Iglesia que obrara y con limpieza de corazón». Además apeló a la misericordia de Dios para que cure las heridas de sus hijos y «que en el Cielo no nos falte nadie, ni siquiera los que nos calumnian o nos odian». Finalmente invitó a pedir al Señor “por su Iglesia y por todos: por los que nos quieren bien, y por los que no nos quieren bien; por los que obran mal, y sólo Dios sabe quiénes son y cuáles son las obras de cada uno; que a todos los acoja el Señor en su misericordia, que a todos nos cure las heridas que podamos llevar en nuestra historia o en nuestras vidas”.
