El cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, ha afirmado que es “el momento de apoyar el deseo bilateral” de los gobiernos de Estados Unidos y Cuba de superar una “crisis demasiado larga”, y que el acercamiento entre Washington y La Habana anima una “esperanza concreta, práctica, para un futuro más inmediato” en la Isla. Así lo ha señalado durante una entrevista concedida al programa Hora 25, de la Cadena Ser.
“Es un momento de esperanza, un momento de perspectivas positivas después de muchos años de esfuerzos, de preocupaciones por una mejoría de la situación de Cuba con respecto de las limitaciones económicas, de las dificultades sobre todo financieras y de otro tipo que traía esta situación, no resuelta aún, que es el embargo norteamericano, que debe entrar en un proceso quizás de alivio al menos y (…) de eliminación un poco más tarde”, ha subrayado el purpurado cubano.
Y sobre la visita del Santo Padre a la Isla en el próximo mes de septiembre, el cardenal Ortega ha considerado que se inscribe dentro del papel de la diplomacia vaticana en las negociaciones entre Washington y La Habana. “El Papa ha querido respaldar, reafirmar que este camino de acercamiento entre pueblos es algo que él ha elegido incluso para sus viajes. Esto es un conflicto en vías de solución donde él ha participado”, ha dicho.
Además, ha apuntado que “puede haber” gestos durante la visita del Pontífice, como una liberación de presos. “Cuando vino el papa Benedicto hubo un indulto de presos comunes, porque ya en Cuba no quedan presos políticos”, ha declarado. “Puede haber un gesto de ese estilo, eso se hace siempre con mucha discreción”, ha añadido. “Creo que la visita será algo muy bueno que se incluye de manera tan positiva en este momento esperanzador para el pueblo cubano”, ha insistido.
El purpurado cubano ha enumerado también lo que considera efectos del embargo estadounidense en la Isla: “Importaciones lejanísimas de tipo industrial, servicios médicos, grandes inversiones que hay que hacer para hospitales, en Europa se encarecen, el transporte es mucho más caro. Cuba no tenía acceso a esto ni a muchas técnicas. Incluso el acceso a internet es muy caro, no tenemos sino posibilidades de acceder por el satélite (…) todo esto puede mejorarse sustancialmente, todo este aislamiento de todo tipo”.
El arzobispo de La Habana ha advertido que los Estados Unidos cuando trata de que un gobierno cambie, de que un país se transforme lo que hace es “imponerle medidas económicas restrictivas” para intentar conseguirlo.
Preguntado sobre si la nueva situación y las medidas económicas del Gobierno cubano podrían llevar a que se ahonden las desigualdades en la Isla, el cardenal Ortega ha alertado: “Ya comienza a pasar”. “Ese riesgo siempre lo habrá. Todavía el mundo no ha llegado a esa equidad a la que quisiéramos aspirar todos”, ha reconocido. “Me contaba nuestro embajador ante la Santa Sede, el de Cuba, que el Papa le dijo: ‘Vamos a ver si ahora Cuba no va por el camino del consumismo y de un afán desordenado que la lleve a la adoración del dios dinero’”, ha relatado.
“Yo creo que hay adquisiciones que son irrenunciables para el pueblo cubano», ha destacado el cardenal, como “la educación, el servicio de salud para todos, sin diferencia ninguna (…) esto es algo a lo cual el cubano no estaría jamás dispuesto a renunciar. Y otras cosas, ciertas seguridades sociales de que nadie queda totalmente desamparado, que es la palabra que ha utilizado Raúl Castro”, ha explicado.
Finalmente, interrogado sobre si observa un cambio de actitud en los opositores cubanos ante el nuevo escenario, el cardenal arzobispo ha respondido: “No se hace muy presente en el pueblo de Cuba esto que se llama disidencia. Se ve más presente en medios extranjeros, del sur de la Florida, en blogs, en cosas así se ve cierta presencia”.