“Queremos seguir siendo la voz de los que no tienen voz, queremos destruir el caparazón de la indiferencia y moverlos hacia el Amor; queremos seguir sirviendo a la Iglesia que sufre en cualquier parte del mundo”. Con estas palabras la presidenta de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), Pilar Gutiérrez Corada, ha explicado este miércoles la misión de la institución, que este año celebra su 50 aniversario de actividad en España.
Gutiérrez Corada ha añadido que esta fundación pontificia siempre ha primado la ayuda pastoral por encima de la atención asistencial y que lo seguirá haciendo. Tras agradecer la aportación generosa de los miles de benefactores, los verdaderos protagonistas de esta historia de 50 años, la presidenta de AIN ha insistido en que esta entidad seguirá luchando para acabar con la indiferencia hacia aquellos hermanos en la fe que sufren persecución o necesidades materiales.
AIN llegó a España en 1965 de la mano del padre mercedario Alfonso López Quintás. “Esta obra comenzó muy humildemente, sin buscarse a sí misma, para hacer el bien y defender la fe donde estuviera en peligro”, ha afirmado el religioso. López Quintás ha recordado que desde su origen, con el padre Werenfried van Straaten, la misión de AIN ha sido siempre socorrer “como un resorte a la Iglesia allí donde tuviera alguna necesidad. Siempre al servicio de la jerarquía de la Iglesia y sin aguar el Evangelio”.
En sus 50 años de trabajo en España, la Fundación ha logrado apoyar más de 13 mil proyectos de ayuda a la Iglesia en dificultades en todo el mundo, gracias a la generosidad de los 18.128 benefactores que cuenta en la actualidad.
AIN, que tiene sede en Barcelona, Valencia, Toledo, Santander y Getafe, ha conseguido recaudar en medio siglo de existencia en este país un total de 133 millones de euros, ha informado el director nacional, Javier Menéndez Ros, durante una rueda de prensa.
Menéndez Ros ha añadido que la atención a la Iglesia que sufre persecución cada año va en aumento, especialmente en la región de Oriente Medio, y que representa el 20 por ciento de la ayuda global de la Fundación.
“Es un momento no para decir qué buenos somos, sino para señalar ¡qué bueno es Dios!», ha apuntado. “En AIN no queremos ser nosotros los protagonistas”, ha proseguido, “sino todos aquellos que con su vida, en muchas ocasiones difíciles, están dando un verdadero testimonio de fe”.
Esta fundación de la Santa Sede trabaja con las iglesias locales, de la mano de los obispos receptores de la ayuda y así quiere continuar su misión en España, siempre bajo el paraguas de los obispos. Su director ha recordado que AIN “no es una ONG”, ya que tiene dos misiones más además de la recaudatoria: la de sensibilización y la de la oración, creando puentes entre los benefactores y los beneficiados.
AIN a nivel internacional ha subvencionado en 2014 un total de 5.614 proyectos en 145 países. De ellos, 1.500 proyectos relacionados con la construcción. Uno de cada nueve sacerdotes en todo el mundo recibe ayuda de la Fundación gracias a los estipendios de misa. Diez mil seminaristas han contado con apoyo para su formación, normalmente en sus países de origen, lo que supone uno de cada doce seminaristas en todo el mundo. Diez mil religiosas han recibido ayuda para su subsistencia y formación.
